LOS ABORÍGENES AMERICANOS.
Enviado por polipocker • 30 de Septiembre de 2014 • Síntesis • 632 Palabras (3 Páginas) • 265 Visitas
LOS ABORÍGENES AMERICANOS.
Cuando los españoles comenzaron la conquista y colonización de América, encontraron en ella pueblos muy distintos entre sí por su conformación física, color, lengua, costumbres y religión, etc. Sus primeros contactos fueron con agrupaciones poco numerosas a las que hallaron en plena Edad de la Piedra, es decir, con un atraso de 8 a 10,000 años respecto de los europeos. Por eso, cuando más tarde trabaron relación con las culturas azteca, maya e incaica, que se hallaban en un periodo de mayor desarrollo, ya en la Edad de los Metales, se mostraron sumamente sorprendidos por la faz externa de ambas culturas, especialmente por sus manifestaciones arquitectónicas, ya que su organización política y social puede compararse a las que alcanzaron los pueblos de la cuenca del mar Mediterráneo 2,500 años antes de J. C. Las posibilidades de evolución de las culturas americanas de la época de la conquista eran muy reducidas, porque los americanos carecían de cereales panificables y de grandes bestias domésticas; no conocían la rueda, y su escritura, extraordinariamente complicada, estaba en el periodo jeroglífico inicial.
Dejando de lado a los pueblos que formaban agrupaciones numerosas, con un grado avanzado de civilización y organización, tales como los toltecas, chichimecas, chibehas, chimúes, aztecas, quechuas, quichés y mayas, que habían constituido algo así como estados, en su mayor parte los indígenas de América, desde la zona glacial del Norte hasta Tierra del Fuego, la zona más austral, vivían en estado salvaje y eran guerreros feroces e indomables, de costumbres variadas y raras. Los componentes de algunas tribus se desfiguraban el rostro por medio de pinturas y tatuajes; se perforaban la nariz, las orejas y los labios para introducirse en ellos objetos de formas variadas, y se adornaban con plumas de diversos y vistosos colores. Los caribes de las Antillas Menores y de Venezuela, indios crueles y sanguinarios, terror de los conquistadores y de los demás indígenas, tenían aspecto horroroso por sus caras pintarrajeadas, sus largos cabellos y su cráneo deformado por achatamiento de la frente, que producían artificialmente aplicando a los niños ligaduras compresoras desde los primeros días de su nacimiento.
Las armas de los aborígenes americanos eran, con pocas variantes, el arco, la flecha y la macana. La lanza era menos común, y las boleadoras las usaban preferente las tribus del sur, tales como querandíes, charrúas y pampa, que tanta resistencia opusieron al establecimiento de los conquistadores. Para hacer mortales las heridas provocadas por sus armas, aunque éstas no fueron graves, algunas tribus solían untarlas con sustancias venenosas.
En cuanto al vestido y a la vivienda, nada puede decirse en general que a todos cuadre, pues variaban enormemente de acuerdo con las características geográficas y climatológicas de cada zona, en forma
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