La Casa En El Air

2. ANÁLISIS SOBRE SEGMENTACIÓN DEL MERCADO

PRODUCTO ELEGIDO: CREMA DE PROTECCION SOLAR

En 1935, el fundador de L’Oréal, Eugène Schueller, gran amante del deporte de la vela, se dio cuenta mientras participaba en una regata, que era necesario dar respuesta a una necesidad que hasta entonces había pasado desapercibida: proteger la piel de las quemaduras producidas por la exposición al sol. Químico de formación, Schueller desarrolló una gran innovación para la época: un filtro protector de rayos solares UVB, los responsables de las quemaduras solares. Este filtro fue incorporado a un aceite que podía aplicarse por todo el cuerpo. Desde el principio, este protector se comercializó bajo el nombre de Ambre Solaire y se presentó en una botella de color ámbar (de ahí su nombre). Su primer eslogan iba dirigido a los veraneantes en la Riviera francesa y prometía “broncear 5 veces más rápido y sin quemaduras”. Su irrupción en el mercado fue toda una revolución.

De ese año en adelante, la demanda de la marca comenzó a crecer y Ambre Solaire se convirtió, desde sus inicios, en sinónimo de innovación. Durante los años 50 se lanzaron innumerables formatos y texturas para dar respuesta a todo tipo de consumidores. A nivel publicitario, las míticas figuras de las Pin Up Ambre Solaire se convirtieron en símbolo de “belleza y vacaciones seguras al sol”.

La recomendación 2006/647/CE de la Comisión Europea define como producto de protección solar cualquier preparado (como crema, aceite, gel o aerosol) de aplicación sobre la piel humana con la finalidad exclusiva o principal de protegerla de la radiación UV absorbiéndola, dispersándola o reflejándola.

El protector solar es una loción, gel, spray u otro tópico que evita o disminuye las quemaduras debidas a la exposición al sol. Ningún protector solar ofrece una protección 100% absoluta.

La ropa que bloquea o tamiza los rayos solares nocivos (UVA y UVB), junto con los sombreros de ala ancha, los anteojos para sol y los parasoles, es útil para prevenir la lesión de los ojos y la piel. Cada uno de ellos por separado puede no ser suficiente para prevenir las lesiones por el sol.1

Normalmente, la probabilidad de desarrollar un cáncer de piel es mayor en personas que presentan gran cantidad de lunares.

1. Describir las características de los segmentos poblacionales para quienes se diversifica el producto.

CUIDADO SOLAR DE LOS NIÑOS EN LA PIEL

Las cremas y leches, que contienen en su composición agentes hidratantes, son los fotoprotectores más indicados para los bebés y los niños. Las soluciones alcohólicas, que están presentes en lociones y geles, tienen un efecto secante que conviene evitar en la piel de los niños y que, en cambio, es recomendable en pieles grasas o con tendencia al acné.

Las líneas infantiles. Están especialmente diseñadas para la delicada piel del bebé o del niño y son las más adecuadas para ellos. También puedes usar las formuladas para pieles sensibles

Las presentaciones resistentes al agua son siempre la elección más adecuada para los niños. Estos protectores están pensados para durar más que los demás en el agua durante el baño o en el caso de sudoración abundante al realizar actividad física.

Las cremas de pantalla total, formuladas a base de zinc, bloquean la sudoración y la transpiración de la piel, por eso, su uso debe quedar destinado a proteger áreas concretas como la nariz o la parte alta de las orejas.

CUIDADO SOLAR DE LOS ADULTOS EN LA PIEL

Filtros físicos: También son llamadas pantallas totales. Reflejan totalmente la radiación solar impidiendo que ésta penetre en la piel y produzca enrojecimiento, quemaduras, etc. Hay que aplicarlos en capa gruesa y apenas se notan utilizando el dióxido de titanio.

Filtros químicos: Actúan absorbiendo la radiación solar y transformándola en otro tipo de energía que no resulte nociva para la piel. Dan lugar a los factores de protección solar (FPS).

TIPOS DE FOTOPROTECTORES

Las formulaciones comerciales están conformadas por más de un ingrediente, tratando así de obtener un producto de mayor espectro protector, más cosmético y químicamente más estable. Un buen protector solar debe asociar filtros químicos para absorber UVA y UVB, pigmentos reflectantes como el dióxido de titanio y óxido de zinc, y otros aditivos que mejoran la acción de los primeros [31]. Hay cinco tipos, según protejan UVB, UVA o ambos [1]:

Tipo 1: Fotoprotectores para UVB. Su FPS está entre

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