La Galería Del Corazón

La galería del corazón

Solía ser una chica callada, no me agradaba saber demasiado de otra gente, tenerla a mi alrededor siempre me producía síntomas de asfixia, supongo que me asustaba la idea de tomarle mucho cariño a alguien, y que luego me decepcionara.

Vivía sola en un gran apartamento, sin más compañía que las aves que llegaban a mi balcón en la primavera. Un frio invierno en el cual, evidentemente, estaba sola decidí salir a dar una vuelta por esas calles tan concurridas que solía ver desde lo alto de mi edificio sin mas compañía que mi cámara, un abrigo para ahuyentar el frio y una pequeña mochila donde guardaba infinidad de cosas curiosas.

Las calles estaban llenas de luces que desprendían ese calor específico de la temporada de víspera de navidad, pero ninguna lograba hacerme imaginar que este año seria diferente. Tome varias fotos esa tarde, incluyendo una del atardecer que ocurría justo cuando caminaba por la plaza, me senté en una banca del parque y note que un chico estaba viéndome me sonreía y hacia señas parecidas a las que hacen los amigos para saludarse entre si, yo lo tome como simple juego. Estaba mirando mis fotografías, cuando de repente vi que él se encontraba frente a mi, cuando subí la mirada me sorprendió el flash de una cámara que al parecer era suya -Así que también eres fotógrafa?- me dijo, parecía ser amable, además de que era apuesto -si, sólo por pasatiempo- conteste él se sentó a mi lado y me mostro lo que había toma do a lo largo del fin de semana. Llamó mi atención una foto, era una chica muy bonita en un columpio, quise preguntar quien era pero el hablo antes y dijo –ella es mi hermana, es la chica mas bonita del mundo, claro que después de ti si me permites decirlo- su comentario hizo que mis labios hicieran esa mueca a la que los demás llaman sonrisa – ¿quieres tomar un café? Empieza a enfriar aun más y me gustaría platicar más contigo.- yo accedí a su propuesta. Fuimos a un café que estaba cerca del parque, subimos al 2do piso del mismo, había una vista hermosa los dos tomamos una fotografía para guardar esa noche por siempre.

No se por cuanto tiempo platicamos, antes de irnos me tomo una fotografía de nuevo y yo a él, -me parece que nunca tome foto mas hermosa que esta- dijo, mis nervios subieron al ver que sus labios y los míos estaban tan cerca, podía sentir su respiración, y podía escuchar también los latidos de mi corazón, eran tan fuertes como nunca lo habían sido, el no hizo nada, pero yo me incline hacia ellos, y pose uno de mis besos en aquellos labios cálidos, no había tiempo, no había nada éramos solo aquel chico misterioso y yo unidos por una caricia del alma.

Nos propusimos vernos de nuevo en el mismo café y en la misma mesa. Al día siguiente volví al café, conversamos de muchas cosas, me sorprendía ver que él pensaba como yo en varios aspectos, entonces lo supe, me estaba enamorando. Así pasaron 3 semanas, en el café ya me conocían, tanto que solían decir –¿la misma mesa de siempre señorita?- cada que llegaba tomaba una fotografía de la vista que se podía divisar desde la ventana, eran como tesoros para mi, cuando él llegaba me saludaba en la mejilla y me abrazaba fuertemente. De regreso a casa el me acompaño aquella vez, entre y tan rápido como llegue a mi apartamento salí al balcón y le grite -buenas noches, nos vemos mañana- él sonreía y se marchaba lanzando besos hacia mi. Yo entraba de nuevo al departamento, pues parecía que cuando él se marchaba todo el calor se extinguía y la niebla de Diciembre lo cubría todo otra vez. Daba vueltas por todo el apartamento, saltaba sobre mi cama, ponía música a todo volumen, miraba sus fotos y sonreía, cantaba desafinadamente por las calles, nunca me había sentido tan feliz, estaba segura de que a él le pasaba igual. No pasaría navidad sola otra vez. Al día siguiente note que él había llegado primero al café, se levanto y me saludo –tengo un obsequio para ti- me dijo entonces saco de su mochila lo que parecía ser un álbum… tenia absolutamente todas las fotografías que tenia de mi, de nosotros, las que mas me gustaban, pero la que mas me impresiono fue la última, era la foto del atardecer en el que nos conocimos, y detrás de la hermosa fotografía se ocultaba una nota – ¡tómala! – me dijo, así lo hice y grande fue mi sorpresa al abrirla, era una nota que cambio mi mundo en un instante. La nota decía:

Nunca fotografía alguna se comparo

Con tu belleza,

Desde el primer momento que te vi, supe que eras especial

Por favor acepta salir conmigo como algo más que amigos.

Se mi novia, se mi corazón.

-Pero claro que si- dije con un tono de alegría que jamás había escuchado en mi, me abrazo y me dijo –desde que te conocí me pareció que había vivido en un mundo visto en blanco y negro, pero al ver esos hermosos ojos supe que el color existía, que tu lo contenías- como siempre sonreí y lo bese.

Es claro que pasamos la navidad juntos, ahora mi apartamento no parecía tan grande, las flores de mi balcón florecían como nunca antes,

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