La Importancia De Escribir Correctamente

“La importancia de escribir correctamente”

Escribir bien hoy en día se ha manifestado como un signo de superioridad intelectual y consideración activa de los hechos y las reglas textuales, pero en realidad es una falsa acusación de las personas que simplemente no saben o no les dan importancia a las reglas ortográficas y a las normativas de la escritura actual, escribir correctamente debería ser algo que no sólo los intelectuales y diestros en la comunicación escrita lo practiquen, sino todos aquellos que deseen proporcionar un mensaje.

El redactar correctamente es de suma importancia porque el entendimiento de la persona que recibe el mensaje es vital para el fin de la cuestión, es decir, cuando se lee dicho mensaje, tiene que pasar por la mente de otra persona, tiene que asimilar la información y comprenderla en su totalidad. Esto es más fácil cuando hay argumentos sólidos y las ideas son exactas, de esta manera se cultiva la atención del lector receptor. (¿Por qué escribir bien?, 2014)

Ahora bien, la preferencia general de las personas es escribir de una manera correcta, no solamente por el hecho que se vea bien o sea un estilo más formal, sino porque es más entendible, da una imagen profesional en cualquier ámbito y primordialmente, mejora el entendimiento del mensaje en cuestión, ya que si se expresa correctamente el emisor no perderá el tiempo con explicaciones posteriores.

Según una frase que refiere a la lectura como medio para comprender temas selectos y variados, el “leer para entender y transformar el mundo” (Lomas, 2003), se puede interpretar también para la concepción de una cierta idea del conocimiento expresado, del cómo se puede transformar algo tan grande con el simple hecho de leerlo, lo cual, fue antes escrito.

En definitiva, el saber redactar de una manera adecuada en dónde transmitir un conocimiento, una idea o un simple pensamiento es fundamental para obtener un desempeño favorable en cualquier ámbito de la vida, funge como una extensión de uno mismo y es equivalente al esfuerzo que se pone en la redacción. La importancia entra en juego aún más cuando es para fines colaborativos, de requerimientos personales y para el mundo laboral, así pues, le otorga calidad a la asignación y estatus a la persona.

Como Simone de Beauvoir dijo una vez, “escribir es un oficio que se aprende escribiendo”.

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