La Locura Del Quijote
Enviado por farnesia • 4 de Marzo de 2013 • 482 Palabras (2 Páginas) • 400 Visitas
LA LOCURA DE DON QUIJOTE
Don Quijote, más que nada, padece de enloquecimiento es un enloquecido.
Don Quijote enloquece después de haber leído demasiadas novelas de caballería. Adopta un nuevo nombre, decide enamorarse de Dulcinea de Toboso, a la que nunca ha visto, y sale de casa en busca de aventuras con su escudero Sancho Panza para mejorar el mundo. Se considera un caballero andante, siguiendo el modelo del Rey Arturo de Inglaterra, de Amadís de Gaula y de muchos otros. La caballería es una religión para don Quijote. Traba batallas que no son necesarias, sale molido de ellas, y ve la realidad de forma diferente, como si estuviera bajo un encantamiento, pues o no ve lo real o piensa otra cosa. Don Quijote, aunque enloquecido, es un hombre de bien; no le gusta el mundo así como es y lo quiere mejorar.
Su enloquecimiento proviene también de la tristeza provocada por la ausencia de su "princesa", Dulcinea de Toboso: él está loco de amor. Se le llama "El Caballero de la Triste Figura" lo que dice mucho de su género de locura y nos hace relacionarlo con la melancolía.
Su enloquecimiento es inocente, no es peligroso, excepto para él mismo.
En la Primera parte, la gente se burla de su locura y de sus disparates. Don Quijote en esta parte padece, incluso, de alucinaciones, mientras que en la Segunda parte, excepto en el episodio del molino, son los demás personajes los que intentan jugar con la locura, ya conocida, de Don Quijote. Lo aprecian porque es conocido e intentan hacerle ver aquello que él no ve. Don Quijote es un personaje tragicómico. Hace reír tanto al lector como a los propios personajes de la novela, lo que al mismo tiempo provoca cierto cargo de conciencia cuando uno se da cuenta de que nada es culpa del caballero y que los que se burlan de él y sus desengaños, en realidad, son crueles.
Don Quijote pronuncia grandes discursos. Es la manera de liberarse y de llorar sus penas.
A veces, no es fácil decidir si don Quijote está cuerdo o bien loco, "es un entreverado loco lleno de lúcidos momentos".
Cuando don Quijote acepta su locura y se identifica con el papel de caballero andante, es capaz de pensar de forma realista dentro de esta personalidad adoptada.
La locura de Don Quijote tiene una función pragmática: un loco, en muchos casos, se fija en las cosas que los otros no ven o no quieren ver.
Y así, la locura en literatura sirve también para exponer con libertad las opiniones críticas sin miedo a la censura.
Don Quijote, después de haber sido vencido, vuelve a casa. Ha de curarse, y sin embargo, acepta otra idea de loco: no será caballero sino pastor. No obstante, pronto abominará de todos los libros de caballería, recuperando la cordura. Así, ajusta sus cuentas personales y mundanas, se confiesa y muere, habiendo dejado de lado la locura.
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