La Muerte, Un Amanecer

En este libro, Elizabeth Kübler-Ross nos presenta las distintas etapas del duelo como un proceso por el que todas las personas pasamos al perder a un ser querido.

La primera etapa es la negación y aislamiento en donde nos oponemos por completo a la idea de que la persona o ya no está o tiene una enfermedad mortal. Esta etapa nos pasa tanto a los que nos quedamos como a los que se van, pues bien los propios pacientes pueden aislarse de los demás como una manera de protegerse a ellos mismos provisionalmente en lo que llega una aceptación parcial de lo que va a suceder. Esta fase suaviza un poco el dolor.

La segunda etapa es la ira. Sustituye a la negación con sentimientos de rabia, coraje, resentimiento y enojo. Y también es cuando surgen todos los “por qué”. Por la parte de los pacientes, todo les parece mal, todo critican y de todo se quejan, pero después de estos ataques contra los demás reaccionan de una manera culpable, avergonzada o llorando. No es una fase nada fácil pues no hay un objeto o un alguien a quien la ira se dirija específicamente aunque suelen ser las personas más cercanas quienes sufren estos ataques como personales.

La tercera etapa es un pacto que la persona (ya sea la enferma o la que perdió a alguien) trata de llegar un acuerdo con ese algo o alguien superior para tratar de superar el desagradable, amargo y difícil episodio que se está viviendo.

La cuarta etapa es la depresión. Es cuando nos golpea con toda su fuerza esa sensación de pérdida y de vacío. Lo que ella más nos recomienda es todo lo contrario a lo que podríamos pensar: vivir el sentimiento. Es decir, en lugar de aferrarnos y forzarnos a ver el lado “positivo” de la situación o tratar de verlo de otra manera, nos invita a sentirnos tristes y a vivir este sentimiento tan intenso que nos embriaga, pues de esta manera nos será más fácil aceptar la realidad.

La quinta etapa, la etapa final, es la aceptación que llega cuando necesariamente se han experimentado todas las demás. En esta etapa las personas, tanto las que se van como las que se quedan, se resignan a lo que va a pasar. No son ni remotamente felices si no que saben y entienden qué es lo que va a pasar y que ellos no pueden hacer absolutamente nada por evitarlo.

Me parece que este es un libro que te acerca a la sensación de la muerte, pues Elizabeth Kübler-Ross intenta cambiar la perspectiva que tenemos de la muerte, sobre todo de la idea de que es el fin de todo lo que existe, porque lo que ella trata de decirnos es que es sólo el comienzo de la verdadera vida y donde estaremos en total plenitud.

Estoy de acuerdo con que todo tiene que tener un proceso, y la muerte no es la excepción. Sí, habrá ocasiones en las que la muerte sea completamente inesperada, horrible y que nos deje sorprendidos durante mucho tiempo, pero eventualmente tenemos

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