La Musica Como Terapia

"La música puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido"

Leonard Bernstein (1918-1990)

Todos en algún momento de nuestras vidas hemos sentido desesperación, tristeza o también hemos sentido alegrías y relacionando estas emociones con las melodías de la música pues identificamos claramente cuando una canción nos parece triste u otra nos parece alegre asociando nuestro estado de ánimo con ella. Pero en algún momento nos hemos detenido a pensar ¿Cómo influye la música en nuestro estado de ánimo? ¿Será posible que la música nos ayude a enfrentar la enfermedad?

El ser humano es un ser holístico (biológico, psicológico y social) , es decir, un ser que piensa y siente, que está involucrado en una sociedad y que además sufre de cambios físicos y quebrantos de salud, por lo tanto, no se puede percibir al ser humano como algo lineal, es un ser que siente diversas emociones y que estas lo pueden afectar tanto negativa como positivamente, pero también hay que saber que hay fuentes externas que pueden ayudar al ser humano a alcanzar una tranquilidad física y emocional, una de estas fuentes es la música.

La música no es solo diversión o entretenimiento, esta es una terapia para el alma que nos muestra otra realidad. En la música encontramos una manera de desahogarnos, de liberar tensiones y relajarnos para olvidarnos de todos los problemas que se interponen día tras día. La música habla a nuestra alma trascendiendo las limitaciones de la mente racional de esta manera podemos generar una conexión fuerte con la melodía llevándonos a dejar nuestra mente en blanco.

Como herramienta de sanación no es algo nuevo, nuestros ancestros, los chamanes y los curanderos sanaban a las personas con sus canticos y sus instrumentos buscando equilibrar el organismo de la persona. Se decía que la música llevaba a otras realidades cuando la persona entraba en un estado de trance lo que producía un éxtasis.

La música que sana no es solo aquella música de relajación en donde escuchamos sonidos de la naturaleza, ni tampoco lo es solo la música espiritual, la música que sana es toda aquella con la que una persona se sienta identificada y alegre en donde el mensaje que transmite le llegue al corazón y le alivie el alma.

Aristóteles en la antigua Grecia, ya atribuía a la música el efecto catártico de un trauma emocional, y Platón recetaba música y danza para situaciones de angustia y decía que "el regalo de la música lo había recibido el hombre no para danzar y bailar y solazase lo sentidos sino para calmar el alma y los movimientos que experimenta el cuerpo lleno de imperfecciones"

Los seres humanos somos música, todo el tiempo nos guía una melodía, por ejemplo los latidos del corazón, la frecuencia de las respiración, las contracciones abdominales, todo tiene una frecuencia para que las funciones vitales se den correctamente, son sonidos armoniosos que funcionan para darnos la vida, pero también estas melodías pueden verse alteradas lo que indica la presencia de una enfermedad.

Ahora, cuando una persona se enfrenta a una enfermedad su mente comienza a actuar en torno a ella pues tendrá que estar pendiente de cambios que puedan surgir, recordar tomas medicamentos, algunos tendrán que asistir a terapias o sino tendrán que ir a revisiones o consultas con especialistas, es decir, su vida se convertirá en una monotonía enfocada en su enfermedad. Entonces ¿cómo puede la música ayudar a un enfermo en su recuperación? Es simple, aunque sea por un instante, la música sacara a la persona de la monotonía, le hará vivir un momento feliz y tranquilo, su cuerpo disfrutara de la melodía y se liberaran las tensiones de su mente, al final las energías positivas de la música comenzaran a recorrer todo su cuerpo.

Pero la música no solo sana a los enfermos, también puede ayudar a aquellos que se consideran “sanos”, por ejemplo un estudiante sumergido en el aprendizaje, deja de lado su vida social para enfocarse

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