La Rebelión de las Masas
Enviado por Negraldi • 31 de Marzo de 2014 • Ensayo • 627 Palabras (3 Páginas) • 289 Visitas
Vivimos en una sociedad en la que todas las esferas de la vida se han masificado: la jurisprudencia, la industria, el transporte, las comunicaciones, el mercado; disponemos de un mundo apenas soñado por los hombres de épocas anteriores, pero, aunque muchísimas cosas resultan más fáciles hoy en día, pagamos el precio de esta comodidad observando cómo paulatinamente todo se torna más superficial. Como seres humanos nacidos en los dos últimos siglos, podemos sentir la satisfacción de pertenecer a una vanguardia para la cual, ni las enfermedades, ni los desastres, ni las distancias, representan problemas definitivos; somos, por ponerlo ya en términos de Ortega y Gasset, unos verdaderos “niños mimados”.
Ser esto implica, para el filósofo español, el pertenecer a una sociedad que no posee una conciencia clara frente al progreso histórico que la ha puesto en este sitio, que se muestra hermética e ignorante de su pasado, y que es un producto natural de lo que el autor denomina “la pavorosa homogeneidad de Occidente”. Se trata de una uniformidad que se remonta hasta el apogeo de lo moderno, periodo en el que se sientan las bases para la evolución del hombre-masa, el mismo que ha dejado ya desde hace tiempo de constituir un producto exclusivo de Europa, para convertirse en un fenómeno evidente en todos los rincones del globo.
La Rebelión de las Masas (1930) es una obra fundamental para entender la existencia del hombre contemporáneo, su condición de masa y su relación con las instituciones y hombres que detentan el poder. José Ortega y Gasset acierta al deliberar sobre estos asuntos considerando sus dimensiones sociales, filosóficas y políticas, no sólo en el marco de su tiempo, sino pensando de una manera proyectiva hacia el futuro. Es por ello que la obra mantiene una vigencia extraordinaria, a tal punto que parece haber sido redactada recién iniciado el siglo XXI; las cuestiones que aborda no son nuevas, pero mantienen su llamado a los individuos para que se conviertan en los artífices de su destino y no sean arrastrados por fuerzas superiores, esas sobre las que nos advertía Stuart Mill en el siglo XIX:
“Aparte las doctrinas particulares de pensadores individuales, existe en el mundo una fuerte y creciente inclinación a extender en forma extrema el poder de la sociedad sobre el individuo, tanto por medio de la fuerza de la opinión como la legislativa” (Pág. 24)
Ortega y Gasset comenta que el siglo XX es una época en la que los hombres –y sus conciencias- son consumidos por las masas, y que este fenómeno tiende históricamente a hacerse más agudo, sumiendo cualquier atisbo de lo individual en la mediocridad del pensamiento colectivo. En la génesis del problema puede situarse esa ausencia de variedad de situaciones –idea acuñada por von Humboldt en el siglo XIX- que impide al ser humano enriquecer su espíritu y crecer intelectual y
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