La Superintendencia de Valores y Seguros

A mediados del año 2011, en Chile se hizo público un escándalo que llevaba años realizándose y que tenía relación con un problema producto de un aumento en el riesgo crediticio de la compañía La Polar. A comienzos del mes de junio de ese mismo año el abogado Andrés Sepúlveda presentó un informe que acusaba a la compañía de actividades ilícitas, específicamente, repactaciones unilaterales masivas para efectos de abultar su cartera. Se presentó entonces una demanda colectiva por el reclamo de cientos de clientes que acusaban repactaciones.

La Superintendencia de Valores y Seguros presentó una querella a ex trabajadores de la compañía por infringir el deber de cuidado y diligencia. Ante esto, la compañía reconoció la razón de la demanda por la cual se les imputaba, anunciando que el tamaño de las repactaciones había llegado a las 418.826 personas en seis años.

La unidad de Delitos de Alta complejidad de la Fiscalía Centro Norte, a cargo de José Morales y Luis Inostroza, comenzó un peritaje para establecer la trazabilidad del proceso de renegociación de los créditos, los sistemas informáticos y mecanismos empleados para ello, como asimismo determinar -en lo posible- a las personas que colaboraron de este proceso automatizado.

Así es como el Centro de Estudios y Asistencia Legislativa (CEAL) de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso elaboró un informe en el cual se analiza el proceso de renegociación unilateral de la sociedad “Empresas La Polar S.A.”. El estudio realizado por CEAL corresponde a un informe bastante completo, referido al análisis de correos electrónicos obtenidos de los computadores incautados, y que describe de qué manera cada uno de los imputados se encuentras vinculado con las repactaciones y el grado de conocimiento que estos podrían tener respecto del tema. Gracias a este informe se visualiza como circulaba la información dentro de la compañía y permite saber quiénes y cuantas personas sabían de las repactaciones.

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