La Ventana Del Jardin

La ventana del jardín

“La ventana del jardín” es el segundo cuento del conjunto de relatos englobados bajo el título de Mi hermana Elba y los altillos de Brumal. El relato es una impactante historia contada por un narrador anónimo. La breve historia transcurre en una granja solitaria, un tanto lóbrega y con un aura de misterio. No sabemos la época en la que transcurre el cuento. El protagonista es el narrador de la propia historia, se trata de un narrador aquiescente, curioso y desconfiado. Habla en primera persona y el tiempo del relato es el pasado. El registro del cuento es culto.

En este relato, la autora utiliza la estructura de una historia de terror: un hombre llega a un lugar alejado de la sociedad (una granja) y se ve sumido en una historia un tanto sorprendente.

El tema del cuento gira alrededor de dos personajes: el narrador, que nos conduce a investigar lo que va pasando y un joven muchacho llamado Tomás, a quien le suceden cosas muy extrañas.

En el principio del relato, el narrador, cuyo nombre no sabemos, lee una nota escrita en círculos y en un lenguaje incomprensible pero no le da demasiada importancia. El protagonista del relato (el mismo narrador) quiere saber el porqué de todo lo que observa. Es antiguo compañero de colegio de la familia de los Albert, que viven con su hijo alejados de la civilización. Un buen día decide visitarlos después de dos años sin verles. Esta familia está compuesta por José, el padre, Josefina, la madre, y Tomás, el hijo; parece que la mudanza a la granja fue debida a una enfermedad que padece el hijo Tomás.

Cuando el narrador llega a la granja, no parece ser bien recibido. Los padres no le dejan ver al hijo, cosa que le hace sospechar. Empieza a pensar que los padres se han deshecho del hijo para evitar el sufrimiento de su enfermedad. Más adelante los padres le presentan al hijo, cosa que hace que se sienta muy mal por haber pensado aquello. Al caer la noche, el narrador decide ir de incógnito a visitar a Tomás a su cuarto. Intenta comunicarse con él, pero ve que habla otro lenguaje, con la misma forma que el castellano pero que esconde un concepto totalmente diferente, él mismo se hace llamar “Olla”. Cuando le va a ver, el chico está muy nervioso y excitado, parece que pide socorro al narrador. Entonces, el protagonista deduce que los padres de Tomás le han enseñado un lenguaje totalmente distinto que le hace ser incapaz de poder relacionarse con el mundo exterior para aislarlo de la sociedad y que Olla, en realidad, nunca ha estado enfermo, sencillamente ha sido preso de unos padres que estaban locos. El narrador logra comunicarse con Olla a través de un dibujo en el que le dice que le liberaría de aquella prisión al amanecer. Al llegar la mañana, el narrador va a buscar a Olla para huir, pero cuando intentan salir al exterior, ambos desconocen que el sol provoca una extraña repercusión en Tomás, quien tiene dificultades para andar y le cuesta respirar, ésto les impide a ambos la huida de aquella granja. Entonces, llegan los padres, que entran en cólera e inyectan a su hijo un líquido

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