La calle del terror

Hola pandilla

muy buenas noches, buenos días o buenas tardes

hoy les traigo un video muy corto, hace rato estaba escuchando algunos relatos de la mano peluda y recordé una experiencia que tuve durante mi niñes y quise compartirles este pequeño relato

así que vamos a darle

durante mi niñez en la temporada de vacaciones de semana santa por lo regular toda mi familia viajábamos a un pueblo de nombre, Irámuco en Guanajuato donde visitavamos a nuestros tíos abuelos.

Es un pueblo muy pequeño con una población muy pequeña, quiero mencionar que esta experiencia no solo yo lo viví, me sucedió en compañía de mis dos primos de mí misma edad.

Todas las noches mis abuelos juntaban un poco de leña y nos encendían una fogata, donde nos reuníamos a quemar bombones, calentar un poco de café, pero lo mejor de esas noches era escuchar las historias de terror, de las experiencias que ellos vivieron, las leyendas de los alrededores claro no podían faltar los reclamos de mi mamá y de mis tías, que les decían a nuestros abuelos que no nos contaran nada porque si no, no íbamos a poder dormir.

Nosotros teníamos la edad entre los 9 y 10 años éramos muy intrépidos e inquietos, en la casa donde llegábamos se puede ingresar a un cerro que se encuentra a un lado del pueblo, un lugar lleno de historias, un día nos encontrábamos jugando y de maldad con mi prima enterramos su muñeca, entre la casa y el cerro, entre jugar y pasar la mayor parte del tiempo en una feria que llegaba al pueblo, se nos olvido desenterrar a la muñeca.

En una de las noches, al terminar la fogata uno de mis tíos nos pidió de favor recoger las cosas, cuando comenzamos, mi primo se encargó de recoger la olla del café y fue ese momento cuando escuchamos una voz que decía “ayúdame”, en el momento creímos que era uno de los hermanos de mi prima que quería asustarnos y no le dimos importancia.    

A la siguiente noche nos encontrábamos en uno de los cuartos viendo la televisión, cabe mencionar que los cuartos eran continuos sobre un pasillo muy largo, en esa ocasión mi mamá como mis tíos y abuelos se encontraban en la entrada de la casa platicando.

Mi hermano como mis demás primos se encontraban en la feria, Como la señal era mala decidimos mejor jugar en el pasillo, en ese momento mi tía nos grito que en un momento regresaban, que iban por algo de cenar, así que nos quedamos totalmente solos en la casa.

Eran alrededor de las 10 de la noche cuando en uno de los cuartos escuchamos a una mujer llorando, un llanto con mucha tristeza y desesperación, nos quedamos totalmente fríos y paralizados en el corredor, en ese momento mi prima reacciono y salió corriendo y nosotros atrás de ella.

Ya en la calle nos encontramos a nuestra familia y les contamos lo que nos pasó, como era de suponerse no nos creyeron, al regresar como todo niño ya teníamos miedo y no queríamos dormir, pero el cansancio nos ganó y nos quedamos al fin dormidos.

En una de las noches al estar todos sentados en la cocina para cenar, una vecina llego con pan que se le había encargado, entre platicas la vecina le comento a mi abuela que en las noches ella había visto a una niña ambular entre los corrales y el patio.

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