La cenicienta.

La Cenicienta

Cenicienta era muy pequeña cuando perdió a su madre; con los años, su padre conoció a una mujer y decidió casarse nuevamente. Cenicienta tendría una madrastra, con la que viviría partir de ahora, además de sus dos hermanastras. La convivencia no es que fuese muy buena, pero todo empeoró con la muerte del padre de Cenicienta. Y la pena tan grande que supuso para su hija, dejándola sola y huérfana, teniendo que soportar el desprecio por la envidia que su madrasta y sus hermanastras le tenían; pues eran un poco malévolas, todo lo contrario a Cenicienta, una niña digna de admirar, tan generosa y honesta que el vecindario la sabía apreciar, llena de bondad y belleza, y en eso consistía su encanto, autentica dulzura. Y a pesar de todo, la pobre Cenicienta seguía siendo gentil con ellas, después de las cosas que la obligaban a hacer, que no era poco, ya que se encargaba de todas las tareas del hogar y estaba a su servicio, pero lo peor era que prácticamente la trataban como una esclava.

En primavera, el rey convocó a un gran baile con la idea de encontrar esposa para su hijo el príncipe.  La madrastra y sus hijas al enterarse, ansiosas, no esperaron ni un segundo y comenzaron con los preparativos sin contar con Cenicienta.

Madrastra: -Niñas es mejor que se vallan preparando ya que en el reino se dará un baile para encontrar a quien será la esposa del príncipe.

Hermanastra (1):-¡No lo puedo creer!

Hermanastra (2):- Obviamente el príncipe me elegirá a mí ni te emociones.

Hermanastra (1):- ¡Oye! (la golpea)

-las hermanas empiezan a pelear-

Madrastra:-¡¡¡ Niñas compórtense!!! Claro que el príncipe elegirá a una de ustedes no se preocupen yo me encargo de eso.

 Cenicienta se enteró el mismo día del baile, y se le ocurrió desempolvar el viejo vestido de su madre, lo arreglo y tan bonito le quedó, que al verlo sus hermanastras, llenas de celos y rabia lo destrozaron.

Hermanastra (1): -Pero que vestido tan feo

Hermanastra (2).- ¿Tú piensas ir al baile?

Cenicienta:- Si, realmente me gustaría ir y bailar con el príncipe!!

-entra la madrastra-

Madrastra:-¡Jajajaja! Pero que niña tan ingenua como crees que alguien como tu podría a ir a un baile de alta sociedad.

Cenicienta:- Yo no veo cual es el problema

Madrastra:- Tú Cenicienta, no irás. Te quedarás en casa fregando el suelo y preparando la cena para cuando volvamos. Niñas creo que el vestido de Cenicienta necesita ser arreglado.

-las hermanastras toman el vestido de cenicienta y lo destrozan. Cenicienta sale llorando-

Cenicienta desconsolada se puso a llorar y su llanto hizo venir al hada madrina, que con un toque de su barita mágica la transformó en toda una princesa y en su carroza se marchó, al baile, junto al anfitrión.

-Cenicienta llorando en el suelo-

Hada Madrina:- ¿Pero porque lloras mi niña?

Cenicienta:- Yo tenía mucha ilusión de ir al baile y ver al príncipe (solloza)

Hada Madrina:-¡No te preocupes que yo soy tu hada madrina y te ayudare!

Cenicienta:-¿Pero cómo? Ellas han destrozado mi vestido y yo solo tengo harapos.

Hada Madrina: Eso no será ningún problema para mi magia ven acompáñame –le tiende la mano- te daré un vestido hermoso digno de una princesa como tú.

-cenicienta ya de pie-

Hada Madrina:- Pero una cosa he de advertirte, cuando den las doce campanadas toda la magia desaparecerá y tu volverás ha ser la misma de antes.

-se cierra el telón-

La llegada de Cenicienta al Palacio causó honda admiración. Al entrar en la sala de baile, el príncipe quedó tan prendado de su belleza que bailó con ella toda la noche.

-entra cenicienta a escena, el príncipe está hablando con las hermanastras ve a cenicienta y va hacia ella-

Hermanastra (1):- ¿Pero quién será esa?

Hermanastra (2):- No lo se

Príncipe: -Hola, me preguntaba ¿Cuál es tu nombre?

Cenicienta:- Me llamo cenicienta mucho gusto.

Príncipe:- ¿Te gustaría bailar conmigo?

Cenicienta: Encantada

-bailan, suenan las campanas-

Cenicienta:- ¡Ya son las doce, tengo que irme!

Príncipe:- No te vayas, espera, quédate un poco mas

Cenicienta: -Lo siento no puedo tengo que irme –sale corriendo y en su fuga pierde una zapatilla de cristal, el príncipe corre tras ella pero no la alcanza. Se cierra el telón-

-Se abre telón. Príncipe sentado en una silla pensando-

-entra el consejero del rey-

Consejero:-¿En qué piensa su majestad?

Príncipe:- En cenicienta, aquella joven hermosa que me robo el corazón y que solo me dejo esto –levanta el zapato de cristal-

Concejero:-¿Qué piensa hacer para encontrarla?

Príncipe:(se levanta y dice)-¡Iré por todo el reino buscándola y me casare con aquella ala que le quede esta zapatilla de cristal!

-se cierra telón, aparece escenario de la casa de Cenicienta.

Cenicienta tallando los pisos -

Madrastra:- El príncipe anuncio que se casara con la damisela a la que le quede la zapatilla que posee.

Hermanastra (2):-¡Oh Dios Mío! Claro que el príncipe se casara conmigo.

Hermanastra (1):-¡¡OH BIEN PODRIA CASARCE CONMIGO!!!

Madrastra:-¡¡Tranquilas!! Solo hay que esperar a que llegue el príncipe.

-tocan  y la madrastra apresurada abre la puerta-

Madrastra:-Pasen por favor.

Consejero:-¡Su alteza real el Príncipe Enrique! –Entra el príncipe-

Príncipe:- Pido señora –dirigiéndose hacia la madrastra- me deje probarle esta zapatilla de cristal a sus hijas y a la que le quede será mi esposa.

Madrastra:- Adelante –entusiasmada-

Hermanastra (1): ¡Yo primero!

Hermanastra (2): ¡No! ¡Yo primero

-Hermanastra (2): empuja a la otra hermanastra y se acerca primero-

-Hermanastra (2): se sienta en la silla y extiende la pierna al príncipe.

Narrador: El príncipe se agacha y le mide la zapatilla con mucho esfuerzo pero no entra el pie, la otra hermanastra se acerca y la empuja de la silla para luego sentarse ella, el príncipe le mide la zapatilla pero esta se rompe-

Príncipe:- Ahora como encontrare a mi amada.

-Cenicienta se levanta y sale de escena corriendo y entra de nuevo con la zapatilla en la mano-

Príncipe:- (se acerca a Cenicienta) ¿Eres tú la chica del baile?

Cenicienta:- (no dice nada y le entrega la zapatilla)

-el príncipe se pone de rodillas y le mide la zapatilla, se levanta sorprendido-

...