La deconstrucción de Arguedas
Enviado por 44448037 • 21 de Noviembre de 2023 • Ensayo • 1.476 Palabras (6 Páginas) • 62 Visitas
LA DECONSTRUCCIÓN DE ARGUEDAS
Autor: Mauli Romero, A.
Hablar de Perú, naturalmente es hablar de la totalidad en su composición cultural y la singularidad de José María Arguedas; todo es natural, mejor dicho, todo era natural; pero los tiempos cambian. Arguedas nos enseñó que Perú es un país mágico, es arte y su creatividad es infinita; solo hay que descubrirlo y al descubrirlo nos quedaremos atrapados en su exquisitez y eso es disfrutar de su riqueza cultural, de su espiritualidad cósmica (kay pacha, hanaq pacha y uku pacha), de su variedad de idiomas, de su literatura oral, de su gastronomía antiquísima, etc. Hablar de Arguedas en Perú es para asombrarse que este país está construido por cada indígena que describió en sus escritos, y como castas han perdurado por milenios; así como la literatura indígena está construido por cada una de sus obras literarias de este escritor y estas han sido construidas por cada una de las palabras del idioma que aprendió desde su infancia, quechua-español. Arguedas, para construir Perú, primero tuvo que deconstruir la idiosincrasia limeña o aristócrata, este tema se analizará más adelante.
Arguedas notó claramente que en el reino donde había nacido, había dos mundos opuestos, mundos paralelamente diferentes, se sabe que desde la llegada de los “extraños” ya se había manifestado la simbiosis cultural, pero este mundo que tanto había amado estaba en pugna; pero el tayta Arguedas unió estas dos culturas que eran como dos muros aislantes, los deconstruyó con su arte y los presentó al mundo en una sola imagen. Arguedas era un cholo implacable, firme en su proyecto, su deseo era infranqueable como las piedras que abrazan a Machu Picchu, y todos podemos declarar con efervescencia que Perú no es Arguedas, sino, Arguedas es Perú.
Hablar de Arguedas, es hablar también de su enorme producción literaria y su intelectualidad que lo representaba, como: “Los Ríos Profundos”, “Todas las Sangres”, “Warma Kuyay”, “El Sexto”, etc. Sé que la esencia arguediana físicamente está ausente, pero todos llevamos sus enseñanzas en nuestras memorias y que perduraran en nosotros el valor humano que rescató como lo hizo en su obra “Los Ríos Profundos; que el “indio” es también humano que debemos valorar y reconstruir al hombre andino ya que por siglos ha sido humillado y enajenado por la clase dominante (Rafael, 2014).
Arguedas ha tejido toda la clase indígena como los tejidos de Paracas y nos ha exhibido no en los museos, sino en las calles para que todos podamos ver la realidad social. Cada tejido o intersección representaba las angustias del pueblo oprimido, sus pesares, las tiranías del gobierno; los susurros de los primeros nativos pidiendo su libertad. Según Arguedas el indígena de Perú estaba sumergido en la ignorancia, había escarbado su tumba y su desgracia con sus propias manos; tal hecho sucedió e incluso sigue sucediendo porque algunos avariciosos, mal intencionados, faltos de ética lo ultrajaron y lo siguen haciendo; como sabemos, en cada gobierno el pueblo indígena siempre ha sido saqueado, desgarrado y magullado sus proyectos.
Paradójicamente según Arguedas lo que precede a la construcción es la deconstrucción, porque todo lo que se ha construido mal hay que deconstruirlo, es decir; deconstruir las ideologías, creencias, estereotipos y dogmas; lo que hizo Arguedas es la deconstrucción de la clase limeña, de sus ideologías, de su falsa superioridad, la discriminación racial al provinciano; creyeron por mucho tiempo que Perú era Lima y con certeza afirmaban erróneamente que Perú estaba construido por los banqueros, los partidos políticos, las minerías avariciosas, los diputados, los presidentes embusteros, la farándula inculta que nos lleva a la barbarie, la prensa camuflada y algunos políticos que se escabullen por ahí. El término deconstrucción no es literalmente de derribar o destruir algo, como lo señala Ramiro Délio Borges. “La deconstrucción no es una doctrina, ni una filosofía, ni un método. Sólo es, según Derrida, una “estrategia” para la descomposición de la metafísica occidental” (Borges de Meneses, 2013). Según esta expresión se puede analizar que la deconstrucción se refleja claramente en todas las novelas y cuentos de Arguedas. Arguedas para deconstruir la clase aristócrata y para revelar la verdadera identidad nacional no utilizó las doctrinas ni ningún método para hacer su protesta indígena, sino utilizó una estrategia literaria, porque su arte literario es sin fronteras, llega a todos y a todo rincón del mundo.
Gracias a esa deconstrucción de Arguedas, hoy conocemos la magia de la raza incaica e indígena y por su literatura oral hoy conocemos cómo fue nuestro origen y cómo será nuestro futuro. Gracias a los primeros nativos-precolombinos peruanos que dibujó nuestro escritor conocemos la magnificencia de nuestra cultura y hoy desbordamos nuestra identidad quechua-español hasta por los ojos. Este escritor indígena ya dejó cimientos sólidos, hoy nos toca construir sobre ella nuestra nación libre, sin enajenar a los “otros”; de esta manera estaremos perdurando nuestra generación.
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