La guitarra de mi hermano
Enviado por Ana Karen Diaz Mendiola • 27 de Mayo de 2021 • Tarea • 1.251 Palabras (6 Páginas) • 135 Visitas
[pic 1]Por: Ana Karen Díaz Mendiola.[pic 2]
Era una tarde perfecta, y no me refiero a una típica tarde donde el sol brilla intensamente, a la risas de los niños que juegan a las escondidillas o correteadas afuera de sus casas, o mamás paseando con sus bebés por las calles, sino a una tarde totalmente contraria, perfecta a para mí, la lluvia corre lentamente por las ventanas, una ligera sensación de frío que se puede contrarrestar con una delgada manta de algodón y mi libro favorito sobre la mesa acompañada de una taza de rico café, sin embargo esa calma que me invade al estar frente a mi ventana adentrándome a la historia de mi inquietante libro se interrumpe gracias al sonido que emite una guitarra al fondo de la habitación siguiente, ¡Sí, era mi hermano mayor tocando la Guitarra!
-¡Arturo, guarda silencio, estoy tratando de leer!- le grité a mi hermano.
-No molestes, estoy aprendiendo una nueva canción, vete al bosque a leer, allá nadie te molestará- Respondió.
Y así fue, en cuanto terminó de llover, con gran indignación tome mi libro y me dirigí directamente al bosque para termina de leer. En el camino hacia el bosque pensaba seriamente en lo que haría para que mi hermano dejara de molestarme, en eso ¡una voz chillona me espantó!
-Hola, ¿a dónde vas?, el pasto está mojado, pues acaba de llover- Preguntaron
-¿Quién anda allí?- Respondí un poco espantada[pic 3]
En cuanto terminé de preguntar, una hermosa ardillita café claro con una avellana entre las patas saltó de entre los matorrales justo enfrente de mí.
-Hola- Refunfuñó. Soy Lola
- Yo Zoe- Respondí –Y me dirijo hacia el bosque.
Lola decidió acompañarme, y así fue, caminamos juntas hasta el bosque y como seguía mojado, lo único que hice fue contarle a mi nueva amiga lo desesperada que estaba por el ruido de la guitarra de mi hermano Arturo.
Desde ese día Lola y yo nos volvimos unas inesperadas y locas amigas unidas por el propósito de desaparecer la guitarra de Arturo.
Entre las dos inventamos unas locas y descabellas ideas para destruir la guitarra; la primera fue: tirarla en el camión de la basura desde el balcón de la casa justo cuando el vehículo se encontrara enfrente, pero fue inútil, la guitarra volvía a su sitio.
A la mañana siguiente, cuando papá se dirigía al trabajo en el automóvil, colocamos la guitarra debajo de las llantas, pero también fue inútil pues por alguna extraña razón la guitara seguía intacta. Y esa fue la segunda idea.
La tercera idea fue crear una bomba que acabaría con todo lo que estuviese a su paso, entre Lola y yo creamos una súper pero especial bomba pues contenía: cloro y otras sustancias con olor pútrido que tomamos del cuarto de lavado, comida en estado de descomposición que tomamos del refrigerador, tierra con lombrices, cochinillas y hormigas que tomamos de las macetas de mamá, un par de sus propios calcetines, esmaltes, perfumes, y desodorantes que yo amablemente aporte para la bomba, aceite de carro que tomé de la cochera, un puño de croquetas y la caja de arena con pelos y eses de los 8 mininos que tenemos en casa. Entre eso y otras cosas fue lo que contenía la bomba. Ahora solo debíamos escoger el momento indicado para hacerla explotar.
Fue una tarde, papá en el trabajo, mamá en el supermercado, y Arturo en la casa de uno de sus amigos, era perfecto la casa para mi sola, para hacer lo que yo quisiera, llegó Lola del bosque, lanzamos un cerillo a la bomba que estaba junto a la guitarra de Arturo, fue sorprendente la explosión, todas las cosas de la casa por todos lados, la televisión, la sala, los trastes de mamá, las herramientas de papá, la ropa de Arturo. Fue mágico como las paredes y el suelo quedaron de mil colores, todo era tan diferente, pero faltaba una cosa, ¿Dónde estaba la guitarra de Arturo?
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