La historia que narra William Golding (1954) en su novela no trata de otra cosa sino de un proceso que ha formado parte de la naturaleza
Enviado por Red Demon • 4 de Septiembre de 2016 • Ensayo • 1.197 Palabras (5 Páginas) • 363 Visitas
La historia que narra William Golding (1954) en su novela no trata de otra cosa sino de un proceso que ha formado parte de la naturaleza del ser humano desde los inicios de su propia existencia. El hecho de que el autor haya hecho a los protagonistas de su historia unos niños no es accidental, sino que es un intento por explicar la propia infancia de los seres humanos mediante el aislamiento de unas criaturas en un lugar inhóspito y desconocido causado por un accidente aéreo. De este modo, tal vez sea posible hablar de una naturaleza inalienable al hombre, una psicología que ha acompañado al ser humano desde sus primeros pasos sobre el planeta.
La obra de Golding lleva a reflexionar sobre la mente del hombre. Mientras leía el libro, en todo momento llegaron hasta mi memoria recuerdos sobre otros textos, así como imágenes y largometrajes sobre las acciones que el hombre se había acostumbrado a realizar en su estado primitivo. Es decir, es posible encontrar un paralelismo entre los actos a los que el escritor orilla a sus personajes y las acciones que realizaron los primeros hombres, según está documentado en películas, libros y pinturas. De tal modo que, si incluso se puede llegar a pensar que el lector mismo pudo haber actuado de la misma forma, esto lleva a pensar que es posible hablar de una psicología palpable y existente en todos y cada uno de nosotros. De ahí la frase “Ya no sé si el hombre es bueno o malo” (Golding, W., 1954.) Según la opinión de Rousseau (1762), -que incluso el mismo Golding retoma en una línea de la obra: “Los mayores tienen una sociedad que corrompe al hombre”-, es la sociedad quien corrompe al hombre, ya que éste es por naturaleza bueno. Sin embargo, las necesidades del entorno también pueden fungir el rol de agentes de cambio en el hombre. En el filme de 1981 titulado La Guerra del Fuego, un grupo de hombres de las cavernas sale en busca de fuego para garantizar su supervivencia. Esta tarea requiere de las habilidades físicas y mentales de uno u otro miembro del grupo, mientras que la ineptitud e irracionalidad de otros sólo servirá para entorpecer la búsqueda. De la misma manera, los personajes de la obra de Golding deberán combinar sus capacidades para mantener la estabilidad y más que nada, la vida.
Entre los niños hay una enorme diversidad de edades y personalidades. La idea de que todos estos factores llevaran a los niños a que se establecieran bandos, rivalidades, responsabilidades para los que poco les preocupaba el hecho de que la hoguera se mantuviera encendida y la rebeldía de los que se creían más aptos. En cada uno de los personajes principales se encuentra representado un voz en el interior del ser humano que lucha por ser escuchada. Existe una conciencia racional, una parte salvaje e irreflexiva, que se deja llevar por el instinto irracional y una parte que, entre todo el caos, lucha por sobrevivir. Incluso existe una parte aterrada que encuentra una bestia abominable en cada sombra y en cada silueta que sólo desea jugar por la mañana y tener miedo por la noche. Y, convirtiéndose repentinamente en una pequeña comunidad de desamparados, deciden establecer reglas aun para aquellos que se resisten a cumplirlas: “Habría que castigar a la gente que se retrasa para cuidar la hoguera” (Golding, W., 1954.)
Piggy es la voz de la conciencia. Una conciencia que habla de necesidades, de orden, de responsabilidad, de mesura y de estabilidad. Sin embargo, es también una conciencia que, como en la mayoría de los seres humanos, es acallada por la oleada de voces que se le suman en la mente del hombre. Es una conciencia inútil en medio de la selva y de la nada. “Hemos hecho las cosas como las hubieran hecho los adultos, ¿por qué no nos ha dado resultado? (Golding, W., 1954.) Si lo mismo le hubiese ocurrido a un grupo de adultos, hubiesen actuado de la misma manera es algo que no se puede saber. Lo cierto es que hicieron las cosas como su instinto les dictó que las hicieran. Si hubo un poco de conciencia, como la de Piggy, fue inmediatamente censurada e inutilizada. La conciencia es simbólicamente asesinada mediante el asesinato de aquel que era la voz de la razón. El personaje de Piggy incluso es visto como un estorbo. Cualquier insulto -¡Cállate Gordo!- era poco para el niño de lentes. Por ellos los personajes de la historia no son hombres adultos, sino un grupo de niños británicos que poco sabía sobre las leyes de la naturaleza y mucho menos sobre vivir en medio de una selva hostil y amenazante. Un grupo de niños que representan a la misma infancia de la humanidad, plagada de instintos, de intuiciones, de miedos, de incertidumbre, de rivalidad entre bandos y de deseos por sobrevivir.
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