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La literatura erótica: ¡todo un eufemismo!


Enviado por   •  11 de Mayo de 2020  •  Trabajo  •  1.330 Palabras (6 Páginas)  •  291 Visitas

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La literatura erótica: ¡todo un eufemismo!

Por: Melissa Gómez Gaviria

Los eufemismos son palabras o expresiones que sirven para atenuar otras que, dichas directamente, podrían resultar ofensivas, indecorosas o peyorativas. Estas expresiones están arraigadas a nuestra vida cotidiana ya que se usan en diferentes aspectos como la política, la economía, el trabajo e incluso en las relaciones humanas. Es por esta razón que utilizamos conceptos como conflicto bélico en vez de guerra o decimos interrupción voluntaria del embarazo en vez de aborto, poco agraciado en vez de feo y llamamos desfavorecidos a los pobres y reajuste del personal a los despidos masivos.

El elemento erótico en la literatura está plagado de eufemismos. Esto debido a que el elemento sexual siempre ha sido un tema controversial para la sociedad y por ende censurado. Cuando hablamos de tabús lo primero que nos viene a la cabeza es el sexo pero siempre buscamos formas de nombrar lo innombrable.

La literatura erótica utiliza los eufemismos de tres maneras: como mecanismo de alejamiento de la pornografía, como mecanismo poético, y para nombrar palabras tabús dentro del campo sexual de manera retórica.

Existe una línea delgada entre lo erótico y lo pornográfico. Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, el erotismo es 1. m. Amor o placer sexuales, 2.m.Carácter de lo que excita el amor sexual y 3. m. Exaltación del amor físico en el arte; Por otro lado, la pornografía es 1. f. Presentación abierta y cruda del sexo que busca producir excitación, 2. f. Espectáculo, texto o producto audiovisual que utiliza la pornografía y 3. f. Tratado acerca de la prostitución. Ambos términos tienen proximidad con la diferencia de que la pornografía es considerada obscena y está relacionada con la prostitución.

El erotismo procura evocar sin llegar a nombrar. Esto lo hace a través de relatos implícitos y eufemísticos. Un ejemplo de esto es las siguientes citas que, metafóricamente, describen la acción de masturbarse “…metí la mano dentro de mis enaguas y con dedos de fuego cogí y luego inflamé el centro de todos mis sentidos…”. (cleland, 1748). “…A la hora del baño era cuando Khrysís comenzaba a adorarse. Todas las partes de su cuerpo, una tras otra, iban siendo objeto de su tierna admiración y motivo de sus caricias. Con sus cabellos y sus senos hacía mil encantadores juegos. A veces, hasta concedía allí mismo una satisfacción más eficaz a sus perpetuos deseos, y ningún lugar de reposo se le ofrecía más propicio a la lentitud minuciosa de esta consolación delicada…” (Louys, 1895). Otro ejemplo podría ser estas citas que se refieren al coito: “… ¿Y con qué efectuaría él el pago sin utilizar su inocente instrumento? De ello se deduce que se dio a todas las criaturas vivientes para dedicarlo tanto a la procreación como para evacuar la orina…” (Chauscer, 1400), “…Estando ya demasiado excitado para soportar demoras, se desabotonó y sacando la máquina de los asaltos amorosos, la dirigió seguidamente, encaminándola a una brecha ya abierta...” (cleland, 1748).

Con la función de embellecer el acto sexual y lo que conlleva este, la literatura erótica utiliza expresiones eufemísticas para describir los acontecimientos que suceden en el acto, tal como lo hace

La retórica es una parte imprescindible dentro de la poesía ya que se usa para deleitar, persuadir o conmover. “La relación entre erotismo y poesía es tal que puede decirse, sin afectación, que el primero es una poética corporal y que la segunda es una poética verbal” (Paz, 1993). Con la función de embellecer el acto amoroso y lo que conlleva este, la literatura erótica, o bien la poesía erótica, utiliza expresiones eufemísticas para describir cada uno de los acontecimientos. Esta verdad se ilustra en los siguientes poemas:

Amantes II

Desnudos afrentamos el cuerpo
como dos ángeles equivocados,
como dos soles rojos en un bosque oscuro,
como dos vampiros al alzarse el día,
labios que buscan la joya del instante entre dos muslos,
boca que busca la boca, estatuas erguidas
que en la piedra inventan el beso
sólo para que un relámpago de sangres juntas
cruce la invencible muerte que nos llama.
De pie como perezosos árboles en el estío,
sentados como dioses ebrios
para que me abrasen en el polvo tus dos astros,
tendidos como guerreros de dos patrias que el alba separa,
en tu cuerpo soy el incendio del ser. (Gaitán Durán, 1959)

Amor de frutas

Déjame que esparza

manzanas en tu sexo

néctares de mango

carne de fresas;

Tu cuerpo son todas las frutas.

Te abrazo y corren las mandarinas;

te beso y todas las uvas sueltan

el vino oculto de su corazón

sobre mi boca.

Mi lengua siente en tus brazos

el zumo dulce de las naranjas

y en tus piernas el promegranate

esconde sus semillas incitantes.

Déjame que coseche los frutos de agua

que sudan en tus poros:

Mi hombre de limones y duraznos,

dame a beber fuentes de melocotones y bananos

racimos de cerezas.

...

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