La lluvia, El Castillo y Los Dragones

UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE CIUDAD JUÁREZ

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EXPRESIÓN ORAL Y ESCRITA

Karen Irema Monterrosa Huerta

OCM12

La lluvia, El Castillo y Los Dragones

Era un día muy lluvioso, la mayoría de la gente se la pasaba encerrada en sus casas, mientras yo estaba pegada a la puerta pensando en la canción ¨Gotas de Lluvia¨ si mas no me falla mi memoria de elefante tenia como 10 años en ese tiempo, y no había mucho que hacer en casa por las intensas lluvias, lo único era estar pegada como una mosca a la telaraña en esa puerta, mientras mi hermana se disponía a comer un pan y tomar chocolate, yo buscaba la manera de pensar que hacer en un día así. –Y si hacemos un Castillo? - grito, yo solo la mire y no dije nada seguía pensando que hacer o como ingeniar mi plan de escapatoria hacia la lluvia sin que recibiera un regaño. -Anda, seria emocionante, imaginemos que un dragón se roba a la princesa y tu y yo somos lo nobles y fuertes caballeros- volvió a gritar mientras se metía un gran bocado de pan a la boca y hacia muecas extrañas, como si ella se estuviera comiendo un mamut o un gran pollo, pues no estaba mal la idea, ya que ella solía tener malas ideas, está en su momento fue una muy buena. - ¡Esta bien! - exclame saltando de mi lugar hacia donde estaba ella.

Era un castillo enorme, según nosotras, para ser verdad era un montón de cobijas puestas en sillas, amarradas con ligas y poniendo cosas pesadas sobre estas para que no se cayeran, pero aun así era el castillo mas grande que pudimos haber creado entre las dos. Mi hermana tenía una imaginación muy grande, según ella, la princesa había sido secuestrada por tres dragones, uno de aspecto joven de nombre: Sonsón, otro de aspecto viejo de nombre: Caldor y el ultimo de aspecto gracioso como un payaso de nombre: Dindong y tenían en su poder a la hermosa princesa de Chigeriante la ciudad de los mil soles, pues la princesa no era precisamente un sol, según mi hermana, era malvada como chile habanero, y nadie en Chigeriante la quería, a excepción, lamentablemente de su propio hermano, el cual pedía que dos nobles caballeras, ósea nosotras, rescatemos a tan berrinchuda y nefasta princesa, total era solo nuestra imaginación contra el mundo de posibilidades, salimos del castillo, pasando las arenas de agua, después por las montañas de lava y al ultimo por el rio de gelatina, hasta llegar ala gran cueva de los tres dragones, la primera prueba era pasar por el dragón mas joven: Sonsón, el cual era muy inteligente y su poder era tirar flamas azules por su nariz, si por su nariz, que loco. -Acaso ustedes vienen por esa niña berrinchuda y nefasta? - pregunto mientras se daba la vuelta y azotaba su gran cola en el suelo -Si- dije con seguridad, el solo miro y se levanto dejando a la vista una puerta de madera, ósea valla todo era de piedra en ese lugar, no debía de sorprenderme. -Y quiero que no la regresen nunca aquí, les dije a mis hermanos que era una muy mala idea, secuestrar a tan pequeña fiera, pasen vamos y llévensela- dijo empujándonos a la gran puerta, que en realidad era una silla. Llegamos con el segundo dragón, Caldor el sabio, grande y majestoso con barba de chino karateca, simplemente bufo -No los voy a detener grandes caballeras, su princesa mal creada está detrás de esa gran puerta, otra silla, -Fue la idea más estúpida que Dindong pudo a ver tenido, lo único que queríamos a cambio era solo mas joyas para comer- nos reímos y levanto su gran cola para dejarnos pasar nuevamente.

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