La mujer dentro de la literatura: soy arte, no un objeto

Tema: La mujer dentro de la literatura: soy arte no un objeto

Mariela Paola Concha Apaza

SOY ARTE, NO UN JUGUETE  

Introducción

La mujer vive hasta la actualidad en una sociedad machista que no le permite hablar, decidir o pensar como ella quiere, el maltrato psicológico hacia la mujer está en todos lados, en el trabajo, en las escuelas y hasta en nuestras propias familias, pero también está en los libros, libros que nos relatan una perspectiva del hombre hacia la mujer desde su punto de vista. Por eso a los largo de este trabajo veremos cómo se refieren a la mujer dentro de cuatro libros, “Luna caliente” de Mempo Giardinelli, ”Pantaleón y las visitadoras” de Mario Vargas Llosa, “Crónica de una muerte anunciada” de Gabriel García Marquéz y “Cuentos en guerra” de Jaime Iturri.

¿Por qué debo ser la mujer quien se ocupe de las obligaciones de la casa siempre? Por qué, no puede ser libre y hacer lo que quiera sin tener que servirle a alguien, ella también es una persona como tú, sus derechos son iguales a los tuyos, vive, siente y piensa como tú, por qué no la escuchas, por qué le das roles insulsos que tú no estás obligado a hacer, por qué la sometes a servirte y respetarte cuando tú también deberías respetarla. Nacer hombre es una bendición en nuestra sociedad y ser mujer es una tortura. Las mujeres también tienen voz las me calles, no las trates como un objeto.

Desarrollo

Ser mujer es arte, no un castigo o mejor dicho no debería ser un castigo, aquello que se encuentra en el cuerpo femenino es la representación de una femineidad universal dentro de la sociedad, la literatura y dentro de las pinturas, en donde se ve a la mujer como algo precioso, pero ese algo es tan voluble que terminan viéndolo como algo frágil, delicado y hasta a veces tonto.  

Existen libros en los que se ve y expresa a la mujer como el verso más delicado que sale de tu boca, pero también existen libros en los que las relatan como mujeres bellas y sensuales a los ojos de los hombres, perfecto, pero si en este último estas mujeres en realidad no fueran mujeres; sino niñas, ¿qué es lo que pensaríamos al leer en estos libros que se refieren a niñas de 13 y 15 años como mujeres que provocan un sentimiento de pasión y deseo en hombres de 40 y 60 años?

 Libros como “Luna Caliente” de Giardinelli nos muestra la perspectiva del hombre ante lo que él cree que es una verdadera mujer, según el hombre una mujer debe ser bonita, con la piel suave, lisa y blanca como la luna, con curvas y sobre todo joven y virgen. Al leer los versos de este libro que más allá de ver a la mujer como un supuesto “objeto sexual” la mujer es arte, su cuerpo, sus curvas, su aura, su esencia, su delicadeza, su fuerza, sus virtudes, sus placeres, su mente.

 Todo esto sorprende a más de uno. Hombres experimentados que se han enamorado del momento, del placer, de la lujuria que les provocaba una niña que ellos creían mujeres después de hacerlas suyas, ¿por qué? ¿acaso no eres mujer cuando naces como una mujer? ¿acaso necesito que un hombre me de la dicha de poder decir que soy mujer y que por primera vez fui su mujer y lo fui en sus brazos?

“Luna caliente” nos muestra un lado salvaje y hasta crudo en la forma en la que un hombre ve a la “mujer” pero al final no fue un juguete como parecía.

 “Araceli estaba con los ojos cerrados, de cara a la ventana y a la luna. Semidesnuda, sólo una brevísima tanga apretaba sus caderas delgadas. La sábana revuelta cubría una pierna y mostraba la otra, como si la tela fuese un difuminado falo que merodeaba su sexo. Con los brazos ovillados alrededor de sus pechos, parecía dormir sobre el antebrazo izquierdo. Ramiro se quedó quieto, en la puerta, contemplándola, azorado ante tanta belleza; respiraba por la boca, que se le resecó aún más, y enseguida reconoció la erección paulatina e irreversible, el temblor de todo su cuerpo. Si dormía, ella se despertó fácilmente de un sueño intranquilo. Hizo un movimiento, sus pechitos se zafaron de la cobertura de sus brazos, y se acostó boca arriba. De pronto, miró hacia la puerta y lo vio; rápidamente se cubrió con la sábana, aunque su pierna derecha quedó destapada y reflejando el brillo lunar”.

(Giardinelli, 2000, P.9)

Las mujeres actualmente son percibidas de la misma forma como vemos a los objetos, lo quieres y debes tenerlo. Como un juguete bonito que todos quieren, pero que solo uno puede tener, y eso lo podemos observar en el libro de “Pantaleón y las visitadoras” de Mario Vargas llosa, donde se ve perfectamente los estereotipos que un hombre y la misma sociedad le dan a una mujer. Describiendo a uno de sus personajes llamada como la “brasileña” una mujer que era una diosa, encantadora, bella, con un cuerpo perfecto, una venus caída del cielo, la mujer que todo hombre quería para ser envidiado, porque tendrían al mejor juguete.

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