La viuda Valenciana
Enviado por Christiane Marcos Tinin • 8 de Octubre de 2015 • Trabajo • 1.398 Palabras (6 Páginas) • 432 Visitas
- Introducción
Este trabajo tiene como objetivo analizar el reconocimiento y peripecia en el nudo de La viuda valenciana, de Lope de Vega. Será presentado la introducción al tema, el concepto teórico, fragmento del texto literario que ilustre el tema analizado y análisis. La fundamentación teórica se apoyará en los conceptos de la Poética, de Aristóteles y el Dicionário de termos literários, de Massaud Moisés. Además, será analizado como los temas se presentan en la obra.
- Reconocimiento y peripecia en el nudo de La viuda valenciana
El nudo puede ser considerado como uno de los temas más importantes de la obra, pues, es a partir del nudo que la trama toma otros caminos, es lo momento que todas las tensiones del enredo se cruzan y cambian.
De acuerdo con estudio realizado por Rosangela Schardong (26/11/2014), lo que La Poética, de Aristóteles, concibe como nudo es tratado como clímax o ápice en Portugués.
El Dicionário de termos literários, de Massaud Moisés, define clímax como “o momento de maior intensidade na sequência das ideias ou dos acontecimentos, de modo geral situado próximo do fim e por vezes com ele identificado.” Moisés explica que el clímax señala “o instante crítico em que a tensão alcança o ápice que prenuncia o desfecho. Pode coincidir com a anagnórise, ou reconhecimento, com a catástrofe, ou reviravolta na sucessão dos episódios”(2004. p. 78).
De acuerdo con La Poética, de Aristóteles “el nudo es lo que va desde el comienzo hasta esa parte que es extrema y a partir de la cual se da el paso de la dicha a la desdicha”(2009, cap.XVIII, p.81).
El nudo en la obra, La viuda valenciana, se muestra en las páginas 270 y 271 con la habla de Urbán.
A la puente del Real
Llegué a las diez, donde atento
Ya me esperaba Camilo,
el curso del agua oyendo.
Llegué a hablarle, y él alzó
de la baranda los pechos,
y cubriéndole los ojos,
yo fui el mozo y él el ciego.
Entramos por la ciudad,
hablando y encariciendo
yo tu hermosura y tu fama,
y él su amor y sus deseos.
Preguntábale si había
en Valencia otro sujeto
que le agradase de día
más que tu escuro aposento;
y él me contaba una historia
de una mujer que de celos
le seguía y perseguía
en calles, plazas y templos;
cuando un alguacil llegó,
y al querer reconocernos,
la venda del dios de amor
Camilo se quita presto.
Llegó, y quién era le dijo,
Dejándole satisfecho;
Peso no quiso rogalle
que me dejase cubierto.
La máscara me quitaron;
Camilo y todos me vieron;
bien que me dejaron libre,
que mejor dijera preso.
Camilo, en viéndome el rostro,
me dijo: “Amigo—riendo—
dejemos estas quimeras
y vámonos descubiertos”.
Yo entonces, como en los montes
Acosado corre el ciervo,
a Camilo dejo atrás,
y voy igualando al viento;
y por calles desusadas,
de aqueste triste suceso,
conocido e afrentado,
a darte las nuevas vengo.
El alguacil al quitar la máscara de Urbán hace con que Camilo lo reconozca, pues ya había lo visto otras veces. Este momento puede ser considerado el nudo, porque todas las tensiones del enredo se cruzan. Estas tensiones se presentan con el miedo de Urbán y de Julia que su señora fuera descubierta, el temor de Leonarda que todos sepan que ella se encontraba con Camilo escondida, el temor de Lucencio por la murmuración y deshonra de su sobrina.
Todas estas preocupaciones y cuidados con la honor y fama de Leonarda están presentes desde el principio de la pieza, porque la sociedad de aquella época exigía que una viuda tuviese comportamiento ejemplar, o casaba nuevamente o permanecía de manera que todos no reprobasen, o sea, se sus encuentros con Camilo fuesen descubiertos su honor estaba perdida.
Y, es este momento ya citado antes que puede exponer la honor de Leonarda. El recelo de todos es que Camilo reconozca a Urbán, y así él y la sociedad descubra quién era su amante.
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