La voragine
Enviado por juanfelipemolina • 18 de Agosto de 2015 • Ensayo • 842 Palabras (4 Páginas) • 161 Visitas
LA VORAGINE
José Eustasio Rivera
Molina Bohorquez Camilo Andrés
Docente:
Esperanza Rincón
Gustavo Rojas Pinilla
Sede: Central
Tunja
2015
OBRA
No hubiera pensado amar a otra mujer que Alicia En el momento en el que escapamos de Bogotá para que Alicia no se casara con otro nos escapamos al Casanare por Villavicencio escondiéndonos para que pudiéramos llegar al llano mientras esperábamos teníamos a alguien que nos dijera que sabían de nosotros en Bogotá.
Terminamos en el árido llano despidiéndonos de las montañas Fuimos guiados por un amigo acaballo, la primera noche Alicia no senos despego Al bajar por agua al rio duramos un par de semanas viajando Hasta que terminamos nuestro viaje en una finca hay nos recibió Don Rafa, en la sala con unas butacas una mesa y contra una pared un reloj.
Mientras una muchacha salía de la cocina a recibir nos la cual se llamaba Griselda después de un rato llego un señor que le ofreció a la niña Griselda unas mercancías discutiendo del tema hablaron que todos de verían estar ya abastecidos después de un rato empezamos hablar con la niña Griselda.
Me hubiera gustado disfrutar más de esos días con Alicia, Don Rafa me llevo a la llanura a trabajar arriando ganado en el poco tiempo Alicia y yo estábamos esperando a un hijo nuestra paz fue interrumpida por la visita de un peón de un tal barrera a la finca que se le insinuaba con brusco a mi Alicia.
Hay me abrumó la de tal cosa que arremetí contra el hombre con mis puños a golpes como una bestia atropellando asta a la niña Griselda.
De aquel mal rato uno peor unos inescrupulosos hombres soltaron todo el ganado por la llanura en medio de la noche pidiendo ayuda a vaqueros para recuperar todas las reses, temerosos de encontrarse con indios o los que los buscan para encerrarlos aun así nos prestaron su ayuda.
En busca de las reses a vistamos un grupo de indios alrededor de una fogata por lo normal roban a la gente que se encuentran tuvimos que pasar con sigilo sino ni nos dejarían los caballos y en estas tierras es una condena a muerte.
Al casi acabar la labor fui a ver como estaba Alicia y la niña Griselda con franco pero avía llevado barrera a alados con mucha más gente al Caquetá, al escuchar la noticia partimos con dos hombres más nos dirigimos a la selva por Alicia y Griselda.
En un rio internándonos en la peligrosa selva nos detuvimos en una tribu en la cual nos acogieron por lo normal va la gente que va a vender chécheres a esta región muy desolada los estafaban muy por arriba de los precios reales de esos objetos al poco tiempo me atormento una fiebre agonizante que hace alucinar a los que la padecen, que al igual cobra muchas vidas.
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