Las Haditas Y El Moustro Volador
Enviado por lindademartino • 21 de Noviembre de 2013 • 608 Palabras (3 Páginas) • 313 Visitas
Las haditas y monstruo volador
Había una vez dos hermosas haditas que siendo aún pequeñas, habían sido raptadas por un mago enemigo. Éste había ordenado llevarlas a un castillo perdido, y abandonarlas en una pequeña isla, donde permanecerían para siempre custodiadas por un terrible monstruo volador.
Sólo cuando el malvado mago y su corte de brujos y adivinos fueron derrotados, pudieron en aquel país descubrir que en el destino estaba escrito que llegaría el día en que un valiente hombrecillo mágico liberaría a las haditas de su encierro.
Cuando el viento llevó la noticia a la isla, llenó de esperanza la vida de las haditas. La más pequeña, mucho más bella y dulce que su hermana, esperaba pacientemente a su enamorado, moldeando pequeños adornos de flores y barro, y cantando canciones de amor.
La mayor, sin embargo, no se sentía a gusto esperando sin más. "Algo tendré que hacer para ayudar al hombrecillo mágico a rescatarme. Que por lo menos sepa dónde estoy, o cómo es el monstruo que me vigila." Y decidida a facilitar el trabajo del hombrecillo mágico, se dedicó a crear hogueras, construir torres, cavar túneles y mil cosas más. Pero el temible monstruo volador fastidiaba siempre sus planes.
Con el paso del tiempo, la hermana mayor se sentía más incómoda. Sabía que el hombrecillo mágico elegiría a la pequeña, así que no tenía mucho sentido seguir esperando. Desde entonces, la joven dedicó sus esfuerzos a tratar de escapar de la isla y del monstruo, sin preocuparse por si finalmente el príncipe aparecería para salvarla o no.
Cada mañana preparaba un plan de huida diferente, que el gran monstruo siempre terminaba arruinando. Los intentos de fuga y las capturas se sucedían día tras día, y se convirtieron en una especie de juego de ingenio entre la hadita y su guardián. Cada intento de escapada era más original e ingenioso, y cada forma de descubrirlo más sutil y sorprendente. Ponían tanto empeño e imaginación en sus planes, que al acabar el juego pasaban horas comentando amistosamente cómo habían preparado su estrategia. Y al salir la luna, se despedían hasta el día siguiente y el monstruo volvía a la su cueva.
Un día, el monstruo despidió a la hadita diciendo:
- Mañana te dejaré marchar. Eres una joven lista y valiente. No mereces seguir atrapada.
Pero a la mañana siguiente la hadita no intentó escapar. Se quedó sentada junto a la orilla, esperando a que apareciera el monstruo.
- ¿Por qué no te has marchado?
- No quería dejarte aquí solo. Es verdad que das bastante miedo, y eres enorme, pero tú también eres listo y mereces algo más que vigilar hadas. ¿Por qué no vienes conmigo?
- No puedo- respondió con gran pena el monstruo-. No puedo separarme de la isla, pues a ella me ata una gran cadena. Tienes que irte sola.
La
...