Las Troyanas

Introducción: Tras la caída de Troya, acontecen un gran número de crueldades que llegan a alterar al lector por la tiranía en la que proceden los Aqueos, sin caer en preámbulos, el homicidio del príncipe Héctor y Andromaca, Astionacte.

Esto expone la crueldad y la despiadada represión que observamos actuar en el desarrollo del relato; la misma represión que hacia las mujeres de la familia real se exhaltan por la incertidumbre de un destino sin saber si correrán con la misma suerte de Polixena; si serán asesinadas en el aposento de Aquiles o serán llevadas hacia otro reino o ciudad, esperando un amo.

Lo que queremos proponer es la crueldad con la que se actúa en las guerras de la antigüedad la misma o peor que la de nuestros tiempos. Aunque solamente tengamos textos que forman mas parte de literatura que de la historia, aun no queda decir que en la guerra existen derrotados que tienen que someterse a la opresión de los ganadores. Pero nosotros vemos cada día un atentado que mata a niños y mujeres al igual que en Troya, o soldados muertos acribillados con una bandera de rendición.

Desarrollo: Es un canto lleno de dramatismo por las consecuencias de la guerra. Se destaca la crueldad de los vencedores, que en su desmesura, (hybris) no tienen piedad con los vencidos, ni respeto a los dioses, ya que profanan sus templos. Ni siquiera tienen consideración con los niños, manifestando así abiertamente su temor a ellos cuando crezcan.

Los vencedores no lo son tanto: Llevan diez años asediando Troya, separados de sus familias y muriendo ante sus murallas. Tras la victoria, se ciernen multitud de desgracias contra ellos por haber caído en la hybris, y Menelao, Agamenón, Odiseo y tantos otros estarán sujetos a multitud de desdichas. Zeus, según Eurípides, conduce a la justicia por caminos silenciosos.

En los vencidos, hasta la virtud es causa de desgracias. Andrómaca establece que, debido a su buena fama de esposa de Héctor, Neoptólemo, el hijo de asesino de troyanos, Aquiles, la ha solicitado por esposa.

Conclusión: Me gustó la obra porque no cabe duda de que Eurípides, el dramaturgo filósofo, se separa abiertamente, como en otras obras, de la concepción de los dioses de su época, llevando su reflexión mucho más allá.

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