Las habilidades lingüísticas: Hablar y escuchar, leer y escribir en la sociedad del conocimiento

INTRODUCCIÓN

En el escrito presentado a continuación se analizará el concepto de comunicación, al igual que las habilidades lingüísticas, hablar y escuchar, leer y escribir, como parte de nuestro desarrollo en la sociedad, las cuales son producto de la competencia comunicativa y sus modelos, además de aprender sobre la importancia de seguir desenvolviendo estas habilidades, para de esta manera obtener mejores resultados a la hora de comunicarnos.

DESARROLLO

La comunicación es un proceso en el que intervienen varios factores: el que habla o escribe, el que escucha o lee y el ambiente en el que se relacionan, así como el código o lengua que utilizan y el canal de comunicación, es decir quien dice qué, en qué canal, a quién y con qué efectos, para poder comunicarnos debemos tener varios aspectos, el emisor, el cual es quien comunica un mensaje a través de un medio a un receptor, con esto podemos reforzar la idea de que la comunicación es un proceso de cooperación, interacción e interpretación de intenciones, ya sea verbal o no, dado que para poder comunicarnos requerimos la capacidad de codificar y decodificar mensajes atendiendo a las finalidades de la comunicación.

Comencemos a mencionar las habilidades lingüísticas, en primer lugar, tenemos hablar, la cual es una habilidad indispensable para lograr nuestros objetivos, para relacionarnos con los demás y poder establecer vínculos familiares, sociales, profesionales laborales, entre otros; la manera en la que hablamos nos distingue, es como el sello personal, igual que el comportamiento, la actitud y el estilo, saber hablar es saber comunicarse de manera oral, lo cual es crucial para estrechar lazos familiares y sociales o para alcanzar objetivos meramente profesionales, hablar es una actividad que trasciende todas las áreas del conocimiento e incide todo el tiempo en nuestra vida cotidiana, destaquemos que un buen conversador también sabe escuchar, lo que nos lleva a la siguiente habilidad, escuchar, la cual se trata de comprender e interpretar un mensaje para la cual no se pone en marcha un proceso de construcción de significados, se puede definir como una habilidad fundamental que no todos poseemos o desarrollamos adecuadamente, ya que, saber escuchar es muy importante para evitar malos entendidos o conflictos de comunicación, resaltemos que oír no es lo mismo que escuchar, escuchar es una habilidad que necesita el desarrollo de la percepción para poder procesar lo que escuchamos y comprender lo que dicen, hacerlo es importante para nosotros, dado que saber escuchar es uno de los procesos más difíciles, escuchar requiere de un mayor esfuerzo que hacemos al hablar, requiere de la empatía del que escucha, de lo que dice la otra persona y de la comprensión del lenguaje verbal o no que manifieste el hablante y la intención del mismo, por otro lado tenemos a la lectura, que es una habilidad que no se adquiere así porque si, sino que requiere de madurez, constancia y disciplina para poder hacerlo y entenderlo, saber hacerlo significa comprender lo que se lee, interpretarlo y poder formar opiniones personales y juicios sobre lo que se leyó, un lector debe estar capacitado para reconocer cualquier forma discursiva y el tipo textual al que se enfrenta y las diferentes finalidades de la lectura, por último tenemos, escribir, que se asemeja mucho a la lectura por el simple hecho de que no nacemos con esa habilidad, más bien, la desarrollamos a lo largo de nuestra vida, probablemente la habilidad más complicada de desenvolver de las mencionadas anteriormente, puesto que requiere un alto nivel de conocimientos lingüísticos, discursivos y textuales, lo que incluye el buen desarrollo de todas las habilidades y de recursos extra para su buen empleamiento, recordemos que quien no es un buen lector, jamás será un buen escritor, ejercer esta habilidad es necesario y complejo, dado que para poder hacerlo debemos seguir un sinfín de reglas destinadas a cada idioma, a lo que se quiera transmitir, del lugar o el destinatario.

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