Lendandas De Quidea
Enviado por cuidadano • 4 de Junio de 2015 • 5.654 Palabras (23 Páginas) • 177 Visitas
Es una historia que aunque aún principio podría parecer demasiado fantasioso y con un contexto muy infantil, comienza a envolver al lector hasta que por fin notas que no se trata más que de un reflejo oculto y subconsciente de nuestra realidad.
Me resulto un poco difícil el interpretar toda la comparación y tantos términos tipo herbolarios por los nombres de plantas que debía sumarles a los el nombre del padre y de quien era elegido. Pero la verdad es que aunque eso al principio del libro solo parece un puño de datos revoltosos, nos dice mucho de cada personaje. Por su naturaleza y luna en que nacieron se puede casi predecir su personalidad.
Mientras leía el libro me preocupaba tener que hacer el análisis y es que hay tantas cosas de que hablar que me resultaba difícil elegir por dónde empezar. Sobre todo porque hay varias formas de leer un libro; primera solo por encima sin procesar ni comprender lo que se lee para llenar un requisito, segunda comprendiendo y procesando lo que quiso dar a entender el autor y tercera viendo lo que pocos pueden ver, aquello de lo que muchas veces ni siquiera el autor es consciente “lo que dice entre líneas”. Y es que empecé a leer y comprender pero hay partes de la lectura que saltaron ante mis ojos como una ola de secretos escondidos entre aquellas frases esperando a ser descubiertos e interpretados, para poder ser transmitidos y es eso lo que me preocupaba; como transmitir y eso que me dijo a mí el autor por medio de su libro, puede que no sea la única que lo haya visto, pero lo vi y me siento comprometida a expresarlo tal cual.
El libro comienza contando la historia de una antigua tierra en donde habitaban diferentes especies de plantas pensantes, todo empieza a desenvolverse en un ambiente aparente paz el cual me fue imposible no comparar con el contexto que actualmente envuelve a nuestro país y es que la paz de unos es la guerra de otros. Siguiendo con el libro la guerra que se desata en un contexto interno entre los altos mandos en una lucha nada más y nada menos que de poder entre los seres pensantes de quinea. Y es ahí donde desde mi punto de vista nace en esencia el contexto del libro.
La lucha por el poder y la grandeza es la que lleva a la destrucción de todo. Sin importar lo que implique la extinción de una especie o una vida, el libro refleja esa parte obscura de la que normalmente nadie habla y todos saben que está implícita en lo más profundo de nuestro ser, todos deseando el poder dispuestos a dar todo a cambio, porque el poder es sinónimo de fuerza, superioridad y grandeza. Y si se posee significa una ventaja frente a los demás. Quien tiene poder dirige aunque sea minoría. Y al darme cuenta de esto mientras leía el libro no pudo evitar darme terror ver plasmada esa parte tan humana en libro.
Me asusto mucho porque a pesar de que el autor desenvuelve la historia alrededor de seres puros y sin malicia aparente simples plantas pensantes incapaz de hacerle daño a nadie, no pude evitar preguntarme: ¿Cómo puede haber tanta malicia en su ser?
Pero en realidad la respuesta que encontré a mi pregunta fue la que verdaderamente logro introducir en mi huesos un escalofrió que parecía recorrer mi cuerpo y detenerse en mi espalda; “se puede de la misma forma que hay tanta maldad en el hombre”.
Pero que es la maldad tal como lo marcar el libro sino solo una muestra de egoísmo. Es el egoísmo lo que lleva a Hinix el líder de los haraditas a destruir a Saigan líder de los onios (pueblo sabio). No, aunque al principio da la idea de que Hinix es egoísta y desea más poder en realidad es el miedo lo que lo lleva a tomar una decisión tan radical.
Hinix tenía miedo pues su pueblo no poseía el conocimiento para sobrevivir a la luna roja, además no estaba dispuesto a que su pueblo perdiera la costumbre más antigua que tenía, para ellos era como perder su esencia eran un pueblo guerrero y las fiestas de Xinta eran un reflejo, una representación de su naturaleza y la petición de los onios y Saigan de eliminarlas por considerarlas combates y sacrificios sangrientos indignos fue casi como pedirles que se suicidaran, se hicieran vegetarianos de la noche a la mañana, se transformaran de ateos a católicos, casi como pedirle a Bush que aceptara la reforma migratoria, le diera visa y residencia a todos los indocumentados y por qué no se viniera a vivir a México. Tal vez fue un ejemplo algo loco y disparatado pero lo que les pedían no era sencillo significaba renunciar a una parte de su esencia.
Es el miedo el que domina y los lleva a buscar el poder, quien tiene poder no padece tanto miedo o por lo menos eso pareciera. Pues lleva a tomar decisiones que en otra circunstancia parecerían poco lógicas.
El miedo lleva a Hinix a tomar la decisión de enfrentar a Saigan, amenazarlo, torturarlo hasta la muerte a cambio de su secreto que era lo que Hinix necesitaba para librar a su pueblo del miedo a la luna roja.
Y toda esto se acompaña de una perdida de esperanza pues los herbos necesitaban creer en algo más grande que ellos algo que fuera perfecto, sublime, algo a que aspirar que le diera un sentido a su vida (igual que nosotros, solo que nosotros creemos en dios, ángeles, etc.) y eso era lo que representaba para ellos el gran árbol y el que en el habitaba. Llegar a ellos era su máxima aspiración, no importaba en vida o forma recibieran el llamado.
Por lo que en su interior los invadía la combinación de miedo desesperanza pues aquel problema que los aquejaba no podía resolverlo el gran árbol, ni un sabio solo los onios que egoístas y absortos por el poder que poseían no sentían remordimiento de ver sufriendo a otros pueblos, para su líder Saigan la ciencia espiritual de su pueblo era más valiosa incluso que su propia vida. Pues aunque eso los llevara a ser exterminados él tenía la confianza que solo da la sabiduría de que renacería en otro tiempo. Y eso me parece que se debe a que esto los representaba como pueblo era su esencia y ese don que tenían de la sabiduría les confería un poder sobre los demás, era su más valiosa posesión y el que se las arrebataran para él era un acto condenable digno de un castigo, de “una maldición” que arrojo sobre los haraditas sin importarle que pagaran también los inocentes.
Y es en este punto donde el autor nos deja ver que la verdad de uno es la mentira de otro. Pues si te pones a ver la historia desde un Angulo el otro parece condenable y es que tanto derecho tenía Hinix como Saigan de defender su esencia y a su pueblo, lo que es digno de discusión es si ello justificaba la muerte o el sufrimiento por décadas de inocentes. (Lo que me pareció interesante porque siento que es lo pasa en este momento en nuestra sociedad, temporada de elecciones; es fácil ponerse de un lado o de otro, condenar acciones, caer en
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