Literatura plataforma hacia la libertad

La literatura: Plataforma hacia la libertad

Por: Lina María Díaz

“No hay barrera, cerradura ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente”

Virginia Woolf

La mente es una cajita de pandora, la cual se abre y se re-descubre cuando llega un conocimiento nuevo a ella, y desde allí es imparable, pero de allí surge un interrogante ¿posee una libertad o un libertinaje para abrirse al mundo?  Este tipo de cuestionamientos son desarrollados gracias a los contenidos que consume la misma mente.

Una de las plataformas para nutrir dicho conocimiento es la literatura, esa inquieta y coqueta que hace que en multigrados hechos entre lo real y lo imaginario, haga una simbiosis y logre crear nuevos mundos, nuevas historias, y un sinnúmero de palabras que vuelan con alas de libertad en la mente que con todo su componente significativo entre lo simbólico, hace que haya una comprensión masiva e  intensa de cualquier texto que se presente ante los ojos del lector, pero para ello hay que tener unas grandes herramientas para dar a entender el mensaje, ese que se quiere trasmitir tan directo como tan sutil, con todo el bagaje entre la apropiación de las cosas y lo humano que es el lenguaje.

Las personas se desenvuelven a partir de la literatura como un escape de los preceptos negativos de la sociedad, se convierte en un filtro entre lo que se puede hacer y lo que se puede representar, y así se convierte en una vía alterna a la libertad, y cuando se habla de libertad no es más que la facultad válida para hacer que la misma se dé a comprender, se de a analizar y se entregue a una culturalización de la misma, ya que a partir de la cultura , el lenguaje se enriquece y así se descubre lo que se desea trasmitir.

Desde el plano simbólico, se podría remontar a las palabras de Freud, de Jung, de Cassier, y de otros teóricos que hacen una funcionalidad de lo simbólico desde el psicoanálisis y otras corrientes, pero se hará extenso y tedioso el leer la literatura con tanto concepto, así que lo más sencillo es lograr interiorizar todos los conceptos, hacerlos propios del pensamiento y a partir de ello, incorporar una criticidad, una mirada y una perspectiva desde las diferentes vertientes que ofrece la literatura y así no se “ata” a una sola teoría, sino que comparte esbozos de la una y de la otra y por ende se logra que sea loable y sencillo el digerir cada parte que ofrece la literatura; Que sea la danza de libertad entre el conocimiento y el saber.

Quien vea a la literatura como un yugo, debe replantear su camino.

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