Lo “ominoso” es un tipo de angustia que puede ser difícil de definir y que pocos autores se han planteado analizar

Laura Andrea Barrero Guevara

Lo “ominoso” es un tipo de angustia que puede ser difícil de definir y que pocos autores se han planteado analizar. E. Jentsch (1906) propuso que “una condición particularmente favorable para que se produzca el sentimiento “ominoso” es que surja una incertidumbre intelectual acerca de sí algo es inanimado o inerte, y que la semejanza de lo inerte con lo vivo llegue demasiado lejos”. Sin embargo, en 1919, Freud al ahondar en este concepto propone que la incertidumbre intelectual por sí sola sobre el animismo no es lo que produce un efecto ominoso, si no que se trata de algo familiar de antigua a la vida anímica, sólo enajenado de ella por el proceso de represión. Así mismo Freud establece algunos factores que establecen ominoso lo angustiante en donde sobresalen el animismo, la magia y el ensalmo, la omnipotencia de los pensamientos, el nexo con la muerte, la repetición no deliberada y el complejo de castración.

Freud y Jentsh coinciden en analizar los cuentos de Hoffman, autor que encuentran especialmente capaz de crear el sentimiento ominoso en el lector. Freud analiza el caso del “Hombre de arena” y establece una relación de los objetos como los ojos con el complejo de castración. En la novela “Historia del ojo ”, parece que ha llegado punto máximo del éxtasis una de las protagonistas cuando se hunde en sus placeres utilizando un ojo que ha sido removido de un cadáver. Es inevitable encontrar ominosa esta parte del relato que se relaciona con el temor a castración descrito por Freud. Además, en esta novela también se puede ver algo del factor “repetición no deliberada” de ciertos objetos como lo son el ojo, los testículos, el sol y el huevo.

Sobre otros factores de la ominosidad, vale la pena mencionar al personaje “Caligula” de la obra de Camus, quien también el que es representado en la película de tito. Este personaje, más que producir el sentimiento ominoso en el lector, da la impresión de que es quien sufre la ominosidad en carne propia. Según Freud, la crítica del yo y todas las posibilidades incumplidas pueden gobernar el psicoanálisis de los neuróticos. Caligula demuestra su sentimiento de ominosidad en cada una de sus acciones: su necesidad de producir terror en los otros entregándose a su propio placer, su narcisismo e inclusive los ataque epilépticos de los que se le ha juzgado en algunos contextos. En él se pueden encontrar que sufre el sentimiento de ominosidad debido a sus propias supersticiones y pensamientos, donde le da un mayor peso a la realidad psíquica en comparación con la material, rasgo que según Freud está relacionado con la “omnipotencia de los pensamientos”.

Sin embargo, Freud hacia el final de su ensayo indica que no se trata únicamente de estos factores mencionados lo que produce el sentimiento ominoso y diferencia dos casos: el ficticio

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