Los 4 acuerdos – Dr. Miguel Ruiz

Los 4 acuerdos – Dr. Miguel Ruiz

                                                           Jesús Alfredo Tavares Mendoza NTM11

Los seres humanos soñamos todo el tiempo, nacemos haciéndolo y a menudo soñamos cosas que suceden en nuestro entorno social, estableciendo que el cerebro humano sueña tanto dormido tanto despierto, ya que trabaja las veinticuatro horas al día, este sueño se divide en el sueño externo, el sueño interno y el sueño personal. El sueño externo, puede referirse también al sueño del planeta o el sueño colectivo y este está ligado al sueño personal, estos sueños contienen las leyes de una sociedad, sus creencias, sus culturas, sus gobiernos y su forma de ser. Desde que somos pequeños se nos enseña al igual que aun animal, cuando hacemos algo mal nos castigan y cuando hacemos algo bien se nos premia para cumplir con un objetivo, se nos doctrina y se nos hacer creer lo que los adultos dicen sin ningún desacuerdo adaptando su sistema de reglas, esto es llamado también como la domesticación humana, sus creencias y la educación moral como si de un libro de que hacer y no hacer se tratase, y aunque a muchos de nosotros cuando éramos pequeños no nos parecía o estábamos inconformes y nos revelábamos no teníamos manera de defendernos o expresar nuestra opinión ya sea por que el adulto era mucho mas fuerte para castigarnos por nuestros actos de rebeldía o porque simplemente éramos muy pequeños e inmaduros para entender estas reglas, sin embargo, había casos en que estos adultos tenían una forma de ver muy errónea a reglas o tenían creencias bastante absurdas y egoístas que no dejaban crecer como persona al pequeño, haciéndole tener miles de inseguridades, viéndose a sí mismo como alguien incompetente, fomentándole el miedo con castigos, incluso privándole de explotar dones grandiosos que el niño posee. Transmitiendo todo esto al sueño interno, rigiéndose y creciendo así dentro de la sociedad dentro de su sueño personal, haciendo que finjamos ser alguien quienes no somos solo y simplemente para no ser rechazados y satisfacer las expectativas de la sociedad. La vida está conformada por acuerdos de nosotros mismos y si algo en estos acuerdos no nos gusta o vemos que no nos funciona hay que cambiarlos.

Primer acuerdo – Ser impecable con tus palabras

Es el poder del habla. el poder de la expresión mediante las palabras, es un arma de doble filo porque podemos convencer a las personas de las cosas que creemos, lo que deben hacer e incluso mejorar o arruinar su vida solo con el poder del habla. Es un acuerdo muy difícil de romper por ello hay que tener la suficiente fuerza de voluntad para cambiar la forma negativa en cómo nos vemos y así cambiar este acuerdo a uno positivo, confiar en nosotros mismos, aprender a querernos para crecer como persona. Ser impecable, es decir, sin pecado (no ir contra ti mismo, no juzgarnos y no culparte ni rechazarte. Ser impecable con tus palabras significa utilizar tu energía correctamente, en la dirección de la verdad y del amor por ti mismo. Los chismes son interpretados como virus informáticos, porque están escritos sobre el mismo lenguaje, pero solo buscan dañar a las personas. Las opiniones solo son puntos de vista, pero no tienen que ser necesariamente la verdad. Tu opinión proviene de tus creencias, de tu ego y de tu propio sueño. Tu mete es un campo fértil de ideas, si tú eres impecable con tus palabras e ideas obtienes inmunidad contra aquellas personas que te proporcionen ideas o comentarios negativos, tener autoestima es importante y esta depende de la cantidad de amor que sientas por ti mismo para poder sentirte feliz y sentir paz contigo mismo y con quienes te rodean.

Posteriormente el primer acuerdo nos ayuda a plantearnos una nueva forma de ver las cosas a romper nuestras propias barreras de inseguridades y miedo, interpretándonos a nosotros los humanos como magos de la vida y los hechizos que lanzamos (magia negra, magia blanca) dependerán de nuestro camino en ella y nuestra interacción en la sociedad.

Segundo acuerdo – No te tomes nada personalmente

Se debe evitar tomarse personalmente las situaciones e ignorar aquellos comentarios que afecten tu integridad como persona, pero para poder hacer esto tienes que tener en claro y poner en practica el primer acuerdo, esto con el fin de no afectar la autoestima que tanto ha costado conseguir pero ojo, no se debe tener demasiada de esta ya que te vuelves una persona egocéntrica y al final por dentro te afectaran estos comentarios, porque consideraras que todo solo gira a tu alrededor, llenándote de lo opuesto a ser impecable. Cada persona es un mundo y cuando nos tomamos algo personalmente, asumimos que esa persona conoce nuestro mundo y eso nos hace cuestionarnos y cambiar nuestra forma de ver a su favor lo cual se debe evitar, incluso cuando alguien te insulta directamente no hay que tener esos comentarios en cuenta, puesto que muchas veces esos insultos son reflejo de esa persona, provenientes desde una raíz o durante su domesticación, es decir, sus creencias u opiniones. No es necesario que las personas digan lo que eres, tienes que valorarte a ti mismo. Ni siquiera se debe tomar en cuenta los cuestionamientos que provengan de tu mente, a menos que sean solo con el fin de hacerte crecer como persona.    
“No te tomes nada personalmente porque, si lo haces, te expones a sufrir por nada. Los seres humanos somos adictos al sufrimiento en diferentes niveles y distintos grados; nos apoyamos los unos a los otros para mantener esta adicción.” Al estar conformados de materia contamos con distintas cargas de energía como lo son los protones, neutrones y electrones, se dice que si nos cargamos de electrones, es decir, energía negativa, atraemos más energía negativa a nuestra vida, esto quiere decir, que si nos afecta lo que las personas nos digan o como las personas nos miren seremos un blanco fácil para estas personas y por ende seremos alguien fácil de manipular. Si no te tomas las cosas personalmente podrás amar sin tener miedo a ser rechazado, sin miedo a aprovechar oportunidades a vivir con el corazón abierto, pero con un escudo irrompible en él y tomaras decisiones a tu criterio sin sentirte culpable o juzgarte y aunque estés en una adversidad vivirás feliz superándola, te sentirás pleno y en paz contigo mismo.

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