Los Diex Mandmientos De La Educacion

Los diez mandamientos de la educación corregir a nuestros hijos no es insultarlos ni humillarlos. regañarlos no es gritarles ni proyectar o sobre ellos sentimientos de temor o culpa exagerados. Ordenar no es suplicar con tono lastimero , ni sugerir; a veces hay que sugerir respetando la autonomía. Otras hay que ordenar pero con claridad y sin confucion entre una y otra. Mandar no significa atropellar; debe considerarse la capacidad del hijo , del hijo i sus propias limitaciones y las ocasiones en que a pesar de haber puesto casi todo su esfuerzo el resultado no se obtuvo de causas ajenas. Rectificar no es claudicar; si reconocemos como padres que nos equivocamos , saber rectificar e incluso , ofrecer una disculpa, no significa una abdiicacion del deber de ejercer la autoridad. Mantener clara, en la practica, la distinción entre un error y una falla. Un error nunca debe ser censurado ni castigado: solo analizado para obtener el beneficio de la experiencia. Una falta, a de ser, en cambio reprendida da como una debilidad que deberá ser superada premiar y reprender con serenidad, nunca con alteración en exceso. Premiar siempre con medida y no necesariamente con servicios ni ventajas sino el merecido reconocimiento. Reprender siempre con serenidad , justicia y brevedad , sin alargar innecesariamente las escenas que convierten la corrección en ineficaz recriminación.

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