Los Diez Mandamientos De Fernando Savater

Los Diez mandamientos

Este libro nos habla de que los Diez Mandamientos han formado parte de la humanidad desde hace siglos, pero las circunstancias en las que fueron creados (u otorgados por Dios al hombre) han cambiado considerablemente conforme estos siglos han ido pasando, las sociedades han evolucionado y con ellas las situaciones a las que el ser humano se enfrenta. Es bajo este planteamiento, que Fernando Savater realiza un análisis de estas diez normas conocidas por casi todos, independientemente de si se es creyente o no:

1. Amarás a Dios sobre todas las cosas.

2. No tomarás el nombre de dios en vano.

3. Santificarás el día del Señor.

4. Honrarás a tu padre y a tu madre.

5. No matarás.

6. No cometerás adulterio.

7. No robarás.

8. No levantarás falso testimonio ni mentirás.

9. No desearás a la mujer de tu prójimo.

10. No codiciarás los bienes ajenos

Savater dedica un capítulo a cada uno de estos mandamientos dirigiéndose directamente al Dios de la religión católica y judía ; cuestionando y en ocasiones recriminándole los motivos que tuvo para exigir a la humanidad el cumplimiento de las mismas; estos fragmentos cargados de ironía, sirven como una introducción a los aspectos del mandamiento que el autor pretende analizar.

Es inevitable que el lector se cuestione a sí mismo la vig

encia de cada uno de los mandamientos a través de ejemplos claros: ¿es pecado robar un pedazo de pan cuando una persona tiene hambre? ¿es pecado no cumplir una promesa cuando esta representa una pérdida? ¿Es pecado el pedir terminar una vida cuando las condiciones para que esta continúe son intolerables? ¿Es aceptable matar en nombre de Dios?

Durante el desarrollo de cada capítulo, Savater se apoya de las opiniones del Rabino Sacca, el publicista Marcelo Capurro y el economista Luis de Sebastián, además de incluir citas de otros pensadores, que le sirven para realizar un análisis de la evolución y vigencia de cada uno de los mandamientos, ya que si bien existen preceptos con los que cualquiera debería de estar de acuerdo, como el "No matarás", otros francamente deberían de ser actualizados y adaptados a las circunstancias actuales.

Durante el análisis de cada mandamiento, la conclusión a la que el autor llega es que Yahvé es un dios terrible que exige que el ser humano reprima muchos de sus deseos; sin embargo esta represión de los deseos del ser humano como individuo es completamente necesaria e imprescindible para que una sociedad pueda ser considerada como funcional al menos:

La divinidad que castiga es, en el fondo, lo que los hombres serían sin las limitaciones impuestas por el dios. Es cierto

que ese Yahvé puede resultar espantoso, pero los hombres sin tabúes pueden resultar peores.

Probablemente, las reflexiones de Savater no sean

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