Los Funerales De La Mama Grande- Gabriel Garcia De Marquez
Enviado por Rosie • 5 de Octubre de 2011 • 697 Palabras (3 Páginas) • 1.743 Visitas
Introduciòn:
Trabajo escrito sobre los siguientes temas:
• La siesta del martes.
• Un día de estos.
• En este pueblo no hay ladrones.
• La prodigiosa tarde de Baltasar.
• La viuda de Montiel.
• Un día después del sábado.
• Rosas artificiales.
• Los funerales de la mamá grande.
Desarrollo:
1. la siesta del martes:
Trata de que el tren salió trepidante de rocas bermejas, una humareda sofocante entro por la ventilla del vagón .al otro lado del camino se encontraba oficinas con ventiladores eléctricos campamentos de ladrillo rojos residencias con silla mesitas blancas en las terrazas entre palmeras y rosales polvorientos. Eran las doce de la mañana no había empezado el calor. A esa hora agobiados por el sopor el pueblo hacia las siestas.
2. En este pueblo no hay ladrones:
Trata de que cuando Dámaso regreso al cuarto con los primeros gallos. Cuando Dámaso entro vio a Ana su mujer sentada en la cama, me dormí sentada, dijo cuando de pronto ciento que abrieron la puerta te empujaron bañado de sangre. Dámaso sin decir nada, la separo y la volvió a sentar en la cama.
Luego durmieron y cuando Dámaso despertó luego de que su mujer se despertara fue al chorro y metió la cabeza durante unos minutos.
3. Un día de estos:
El lunes amaneció tibio y sin lluvia. Don Aurelio escobar, dentista sin titulo y buen madrugador, abrió
Su gabinete a las seis. Saco de la vidriera una dentadura postiza montada aun en el molde de yeso y puso sobre la mesa un puñado de instrumentos
Que ordeno de mayor a menor.
4. La prodigiosa tarde de Baltasar.
La jaula estaba terminada. Baltasar la colgó en el alero, por la fuerza de la costumbre, y cuando acabo de almorzar ya se decía por todos lados que era la jaula más bella del mundo. Tanta gente vino a verla, que se formo un tumulto frente a la casa, y
Baltasar tuvo que descolgarla y cerrar la carpintería.
5. La viuda de Montiel.
Cuando murió don José Montiel, todo el mundo se sintió vengados, menos su viuda; pero se necesitaron varias horas para que todo el mundo creyera que en verdad había muerto. Muchos lo seguían poniendo en duda después de ver el cadáver en cámara ardiente, embutido con almohadas y sabanas de lino dentro de una caja amarrilla y abombada como un melón.
6. Un día después
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