Los adolecentes y la lectura la promocion de la lectura

Los adolescentes y la lectura: la promoción de la lectura.

Carmen Olivares, citada por Monsettat Sarto

Los términos promoción o animación de la lectura se escuchan con insistencia en el medio educativo debido a la preocupación de quienes están interesados en la formación de lectores.

Sin embargo, no existe mucha claridad sobre el concepto de promoción o animación, pues algunos consideran que cualquier actividad que se realice con un libro, aunque la lectura pase a un segundo plano, es una actividad de animación de la lectura.

La animación de la lectura es un acto consciente realizado para producir un acercamiento afectivo e intelectual a un libro en particular, de forma que este contacto produzca una estimación genérica hacia los libros.

Es preciso tener en cuenta que la animación de la lectura sólo cumple su propósito cuando parte de la lectura, tiene a la lectura como eje de la actividad y conduce a desarrollar en el niño un verdadero interés por la lectura. Otras actividades, como el teatro, los trabajos manuales, la pintura, etc., son importantes para desarrollar· en el niño diferentes habilidades de expresión y pueden ser auxiliares en la promoción de la lectura, pero no necesariamente generan en él el gusto por los libros.

Las actividades de animación de la lectura le permiten al docente conocer mejor los intereses de sus alumnos, Pueden realizarse en grupo o individualmente. En ambas modalidades la constancia constituye el elemento clave para obtener buenos resultados.

Las actividades grupales enriquecen al grupo y al individuo. Mediante el diálogo y la discusión se ponen de manifiesto diferentes interpretaciones de una misma lectura y se descubren aspectos que tal vez el lector solitario no hubiera tenido en cuenta inicialmente.

La lectura en grupo ofrece la posibilidad de realizar un trabajo muy diferente del que se efectúa cuando se lee individualmente. El docente interesado en realizar actividades de animación debe plantearse algunos objetivos generales y tener en cuenta ciertas consideraciones básicas:

A. OBJETIVOS GENERALES:

Lograr que los alumnos descubran el valor que tiene el texto escrito, lo que éste les puede ofrecer como medio para responder preguntas y resolver problemas, conocerse a sí mismos y a los demás, desarrollar criterios sólidos sobre las cosas que suceden a su alrededor y sentir placer. Los alumnos deben descubrir el beneficio específico de los libros, aquello que otros medios de comunicación no les proporcionan.

2. Colaborar con los alumnos para que cada vez alcancen mejores niveles de lectura y lean obras cada vez más enriquecedoras.

Ayudar a que los alumnos aprendan a elegir sus lecturas y a conocer sus intereses, es decir; a independizarse del adulto.

B. CONSIDERACIONES BÁSICAS:

Se plantearon algunos principios básicos que pueden enriquecer el trabajo de promoción de la lectura. A esto se puede agregar:

1.- Cada actividad relacionada con la animación de la lectura debe ser oportuna, obedecer a intereses reales de los alumnos y responder a situaciones que tengan más relación con hechos cotidianos de la vida que con una programación escolar.

2.- La participación de los alumnos debe ser voluntaria.

3.- No se debe calificar a los alumnos. Las actividades se pueden evaluar poniendo énfasis en los logros de los estudiantes y en sus avances como lectores.

4.- No se debe permitir que un grupo de estudiantes se apropie de la actividad. La participación debe ser general.

¿PARA QUÉ LE SIRVE EL CUENTO AL NIÑO?

A diferencia de los adultos, los niños no tienen la noción del propósito de sus vivencias.

Su universo cognoscitivo y las acciones que realizan para vivir; sus juegos, sus observaciones, sus inquietudes iniciales no buscan, por lo menos conscientemente llenarse de elementos o conocimientos con miras a ser utilizados posteriormente, a sacarles un provecho concreto.

El único interés es el de tener contacto y retener para sí aquellas cosas de la realidad que le permitan divertirse, que excitan su curiosidad: sin proponérselo, aprende.

Es por eso que el niño vive en el presente. Aunque pueda tener alguna ansiedad por el futuro, tiene solo una vaga noción de lo que este puede exigir o simplemente de lo que pueda ser.

Es entonces el adulto, el encargado de ayudar al niño a comprender la más importante preocupación y necesidad del ser humano, en todos los tiempos y en todas las culturas: encontrar sentido a su vida, y objetivos a su existencia.

Solamente con la madurez sicológica, se puede obtener la comprensión del significado de la propia existencia, a partir de la experiencia individual. Este logro es el resultado de un largo y complejo proceso de desarrollo, que debe comenzar, obviamente, desde la más tierna infancia.

La psicología infantil moderna está de acuerdo en que son dos los caminos fundamentales por medio de los cuales el niño empieza a ubicarse existencialmente y a encontrar su forma de ser y pensar:

1.qEl impacto que causa en ellos la actitud de sus padres y de aquellos adultos que lo rodean. Es lo que popularmente se conoce con el nombre de "el ejemplo". Son todas aquellas actitudes y formas de enfocar la vida que realizan los adultos, y que el niño, de alguna manera. reproduce consciente o inconscientemente.

Con el correr de los años, el niño va a descartar o a adoptar definitivamente los comportamientos o las formas de pensar de los adultos que tuvieron injerencia en sus primeros años. De todas las influencias recibidas, el niño irá adoptando a su ser aquello que particular y personalmente le conviene.

2. La segunda vía para reconocerse como ser social. la constituye en el niño el contacto con la herencia cultural.  Toda persona cuando nace, tiene un acercamiento más o menos amplio, más o menos profundo con el ambiente socio-cultural que le toca en suerte. Pero depende de la educación que reciba, de la calidad y cantidad de información que tiene a su alcance, el que la visión y comprensión del mundo sean restringidas exclusivamente al ambiente que lo rodea o, por el contrario, rebasen las fronteras de su vida cotidiana.

A una mayor amplitud cultural, corresponde una más amplia gama de posibilidades de desarrollo social y sicológico del ser humano.

Una de las formas, para algunos la más positiva y eficiente, de que un niño tenga contacto con la herencia cultural es la literatura.

La buena literatura infantil, cumple primordialmente con el requisito fundamental de captar la atención del niño, divierte y excita su curiosidad.

Pero para que la literatura enriquezca su vida no solamente debe distraerlo. Debe estimular su imaginación, ayudarle a desarrollar su inteligencia y a clarificar sus emociones. Debe satisfacer sus ansiedades y aspiraciones. Debe permitirle reconocer sus limitaciones, y comprender las dificultades de la vida.

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