MONOLOGO LA SOLEDAD
Enviado por charlymorg • 15 de Noviembre de 2013 • 478 Palabras (2 Páginas) • 304 Visitas
La soledad
Gina N. Vélez Morales
Sec. 12:30-1:20
Habitación oscura un tono verde en escena una mesa encima de ella un radio y unos cuadros, una silla un sofá, un cuadro al fondo y en la esquina unas plantas en resumen una sala de estar entrando a la sala Doña Dolores.
Doña Dolores: (quejándose ay, ay, ay ) Hay que dolor tengo la artritis me está matando
(Caminando) y esta casa tan grande y yo tan vieja ya no puedo casi limpiar yo sola con todo esto (se sienta) hay. No tengo a nadie estoy sola (se levanta y busca la escoba) ya ni limpiar puedo. (Barriendo) no me puedo doblar apenas puedo barrer y mapear. A veces pienso que hice con mi vida (se sienta) ¿porque nunca tuve hijos? (meciéndose) ahhhh’ si hubiese tenido hijos todo fuera tan distinto. Esta casa llena de niños (mirando hacia arriba) si niños que serian mis nietos (riendo) esta casa estaría tan alegre. Mi vida fuera diferente.
(Pensativa) ¿Que yo hice en mi vida? De pequeña me dedique a estudiar, Cuando crecí terminé de estudiar y comencé a trabajar, nunca dediqué tiempo para pensar en el amor. (Suspira) ¿El amor que cosa es, a qué sabe? ¿Porque no lo busque? Ahhh para que pensar en eso si ya paso mi tiempo. (Empieza a limpiar y tarareando una canción)” ta raraa ta rara” (se detiene) y si me hubiera casado baahhh (sigue limpiando y quejándose de el dolor) hay ¿Con quién me hubiese casado yo? (pensativa) ¿con Adolfo el carnicero el hijo del carnicero del pueblo? Siempre que pasaba por su lado me pitaba (lo imita) se creía que yo era perro jaah no me hubiera casado con él, nah apestaría a carne todo el tiempo (gesto) uuy fo! O quizás con Bartolo el hijo del farmacéutico de la esquina, él siempre que yo iba a buscar las pastillas para mi padre me regalaba un dulce, no que bah él no era mi tipo era medio amanerado ahh quien me llamaba la atención un poco era Agapito pero él era el novio de compromiso de la hija de mi vecina. En fin qué no se bien porque no me case. (Continua limpiando la mesa)
Pero si me hubiera casado ahora tendría hijos que me ayudarían a limpiar la casa, me llevarían al médico (se sienta) y nietos que llenarían de risas y alegría esta fría y aburrida casa. (Suspira resignada) Solo le doy gracias a Dios que a pesar de mis achaques estoy viva y me queda la satisfacción de que fui útil porque en mi camino ayude a muchas personas y me siento orgullosa de que aporte algo a la sociedad; y aunque me duelan los huesos terminare de limpiar la casa porque aunque sea una vieja sola no seré una vieja cochina (espontanea) ¡a limpiar se ha dicho!
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