MORFOLOGÍA. EL ESTUDIO DE LA LENGUA
Enviado por Bigmolain • 1 de Mayo de 2022 • Apuntes • 5.245 Palabras (21 Páginas) • 106 Visitas
I. MORFOLOGÍA. EL ESTUDIO DE LA LENGUA
El lenguaje verbal es el principal instrumento de comunicación entre los seres humanos, y la lingüística es la disciplina
que se ocupa de su estudio. Al hablar del lenguaje verbal humano, debemos distinguir dos realidades distintas,
aunque estrechamente relacionadas: la lengua y el habla.
La lengua es la forma específica que adquiere el lenguaje en una comunidad específica de hablantes. Está constituida
por un código verbal o sistema de signos lingüísticos y las reglas para combinarlos con fines comunicativos. El habla es
el uso concreto que hace cada hablante de ese código compartido.
Dentro del sistema lingüístico encontramos distintos tipos de unidades, que se organizan e interactúan a
distintos niveles. Cada uno de estos niveles representa un área específica de estudio de la lengua.
La gramática es una disciplina en el ámbito de la lingüística que estudia los niveles de la lengua, las unidades que los
integran y cómo se organizan y se combinan estas.
1. EL NIVEL FÓNICO
El nivel fónico se refiere el plano oral de la lengua. Sus unidades de estudio son los fonemas y los sonidos, además de
otros elementos como el acento y la entonación, denominados suprasegmentales porque afectan a secuencias de
sonidos.
El fonema es la unidad de la lingüística más pequeña, un conjunto de rasgos de sonido que carece de significado
propio pero que tiene capacidad de distinguir significados. En cambio, el sonido es la realización concreta de un
fonema por parte de un individuo.
Cada lengua tiene su conjunto limitado de fonemas, a partir del cual forma todas sus palabras. En el caso del español
disponemos de 24 fonemas, que se agrupan en dos grandes conjuntos:
• Los fonemas vocálicos, que se caracterizan por ser articulaciones en las que el aire no encuentra ningún
obstáculo en la salida. El sistema vocálico del español resulta especialmente sencillo en comparación con el
de otras lenguas, porque solo tenemos cinco vocales.
• Los fonemas consonánticos, en los que el aire sí encuentra algún obstáculo a su paso. En el español hay 19
consonantes, que se caracterizan de acuerdo con los siguientes rasgos articulatorios: el punto de articulación
(bilabial, labiodental, interdental, dental, alveolar, palatal o velar), el modo de articulación (oclusivas,
fricativas, africadas, vibrantes, laterales y nasales) y la sonoridad (sonoras o sordas).
El acento prosódico es la mayor intensidad con que se pronuncia una sílaba en una palabra (sílaba tónica). También es
distintivo, porque ayuda a diferenciar unas palabras de otras.
La entonación o curva melódica es la modificación de los tonos, la duración y la intensidad a lo largo de un enunciado
de acuerdo con unos patrones que reflejan una modalidad o actitud del hablante ante lo que está diciendo.
LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA – 1.º BACHILLERATO
PROYECTO: ANDAMIOS
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2. EL NIVEL MORFOLÓGICO
El nivel morfológico es el plano en el que se relacionan las unidades lingüísticas mínimas dotadas de significado, los
morfemas, que se agrupan formando palabras. De este modo, la morfología, que es la disciplina que estudia este
ámbito, se centra en analizar los componentes de las palabras, la formación de estas y su pertenencia a clases o
categorías gramaticales.
Una palabra es la unidad básica de la lengua con significado completo. Está formada por una o más unidades más
pequeñas denominadas morfemas.
Los morfemas que integran las palabras son las unidades lingüísticas más pequeñas con algún tipo de significado.
Existen dos tipos de morfemas: los morfemas léxicos, o lexemas, y los morfemas gramaticales.
• Los morfemas léxicos o lexemas (raíces) poseen un significado pleno o léxico. Son un conjunto abierto de
unidades lingüísticas que hacen referencia a conceptos y entidades de la realidad, y constituyen el núcleo del
vocabulario de una lengua y de los significados que se describen en los diccionarios.
• Los morfemas gramaticales, por su parte, son un conjunto cerrado de unidades que no poseen una
información semántica definida, sino rasgos genéricos codificados en la gramática (género, número, persona,
tiempo, etc.) que complementan o modifican el contenido semántico de los lexemas. Algunos morfemas
gramaticales aparecen como independientes cuando no necesitan unirse gráficamente a un lexema, pero la
mayoría son dependientes y deben unirse a un lexema. Entre los independientes identificamos dos tipos,
determinantes y relacionantes. Por su parte, en los morfemas dependientes también pueden distinguirse
varios conjuntos: flexivos o desinenciales. Derivativos o afijos y apreciativos.
En la lengua, existen palabras formadas por un solo lexema, las palabras simples o primitivas a las que se les pueden
añadir distintos tipos de morfemas. Dentro de las palabras primitivas también se incluirían los morfemas
libres o independientes, como las preposiciones, las conjunciones o los determinantes.
La lengua es una entidad viva que se transforma continuamente, ya que las palabras que usamos para comunicarnos
deben adaptarse a los cambios en nuestras sociedades. Así, conforme aparecen realidades y conceptos nuevos a los
que necesitamos nombrar, se van incorporando nuevas palabras al idioma que nos permiten referirnos a ellos.
Los neologismos son las palabras nuevas incorporadas a un idioma.
La percepción de neologismo en relación con una palabra es temporal, porque una vez que esa palabra se naturaliza
en la lengua deja de ser percibida como palabra novedosa. Para crear nuevas palabras, la lengua dispone de distintos
procedimientos. Entre ellos se encuentran los morfológicos, como la derivación, la composición y la parasíntesis, que
consisten en formar nuevas palabras a partir de las unidades morfológicas y léxicas ya existentes.
La derivación consiste en crear nuevas palabras mediante la adición de morfemas derivativos o afijos a una base
léxica, que suele ser un lexema o raíz. Según la posición que ocupan en la nueva palabra formada, estos morfemas
pueden ser de varios tipos:
• Prefijos: se colocan delante de la base léxica, y no cambian la categoría gramatical, salvo en casos
particulares.
• Sufijos: se colocan tras la base léxica y forman el final de la nueva palabra. En muchos casos cambian la
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