Mi Experiencia Con La Literatura
Enviado por milanopraga • 22 de Octubre de 2013 • 1.707 Palabras (7 Páginas) • 569 Visitas
a literatura no es fácil de definir, puesto que, cada persona tiene una percepción diferente de esta. Los mismos escritores ven el concepto de literatura como uno que se encuentra en un continuo evolucionar. Y con esto no quiero decir que el concepto que tenga cada lector o escritor en su defecto sea válido y por consiguiente aceptable. Aunque a mí me gustaría puntualizar en una definición muy particular y es la siguiente: “una serie de chismes bien contados”. Una definición que sin duda se prestara, no precisamente, para exponer de manera definitiva que es la literatura, sino para tratar de entender el mundo que gira en torno a ella; que además, desde tiempos inmemoriales ha tomado un papel importante en la vida de un sin número de personas.
Se le llama literatura al conjunto de autores y sus obras que, a través de la historia, han ido aportando obras en las que se expresan vivencias, emociones, conocimientos e ideas, que es lo mismo que decir, que el conjunto de autores y sus obras, nos cuentan una serie de chismes que llevan consigo una buena estructura, y esta puede ser ya sea de forma oral o escrita. Además que, en algunas ocasiones pueden llevar consigo una moraleja, ósea una enseñanza ética. Solo hay que hallarla. Como señala Antonio Alatorre: “Lo que hace el lector es descifrar el lenguaje del autor, “descodificar” su mensaje (…) La crítica literaria trabaja con ese lenguaje, dice qué es, qué hay detrás de él, qué significa”1
Una herramienta que puede ayudarnos a encontrar los secretos que yacen, escondidos en la literatura y por lo tanto en sus obras es, “la crítica literaria”. Aquella que nace de la experiencia a través de la lectura. Aunque esta tendrá que valerse de ciertas características y elementos para poder ser considerada competente. Principalmente se necesita de una buena apreciación, valoración, juicio y entendimiento de lo que se está leyendo, dejando a un lado la censura. Y ya que el lector busca descifrar el lenguaje del autor, una experiencia rica producirá una crítica más profunda.
“La crítica es la formulación de la experiencia del lector. Poner en palabras lo que se ha experimentado con la lectura. ¿Así de simple? Sí solo que esa simplicidad puede ser dificultosísima. Como la experiencia de la lectura es a veces sumamente complicada, hecha de elementos enormemente variados y complejos, ese poner en palabras se puede complicar llegar a algo tan técnico o tan exigente como una filosofía como un sistema científico”2
1._ García Anaya E., Lectura y análisis (muy) elemental para acercarse a la poesía, p.18 2._ Ibid., p. 16
La crítica puede enriquecerse con el dialogo, ampliando nuestros panorama. Ahora bien, tanto más abarcadora y comprensiva sea nuestra lectura, cuando menos unilineal y predeterminada sea la dirección de su juicio, convierte al crítico, en uno, un tanto mejor. Aunque cabe mencionar que la crítica literaria ciertamente nace de la experiencia, por lo tanto, no podrá hacer suya la experiencia de otro y mucho menos caer en perjuicios. Sumando a esto, el abandono de algún rasgo de simpatiza o antipatía con el autor. Y deberá ser siempre subjetiva.
Aunque como expuse previamente, el lector puede convertirse en un mejor crítico, a través de lo abarcadora que sea su lectura, no todo el material literario que pase por sus manos, lo llevara a la gesta de esta habilidad, “puesto que no todos los chismes están bien contados”. Pero una práctica que sin duda aportara una gran cantidad de ideas y criterios sumamente amplios, será la lectura de “clásicos literarios”. Aquellos que menciona Ítalo Calvino, en su texto, ¿Por qué leer los clásicos?: “textos de los cuales se suele oír decir estoy releyendo y nunca, estoy leyendo”3 (p. 1) ya que un libro jamás termina de decir lo que tiene que decir, por eso es necesario releerlo, para descubrir los secretos que albergan en esté e interpretar las palabras a través de las cuales el autor expresa sus vivencias, emociones, conocimientos e ideas.
Un ejemplo claro de esto es el libro del Decamerón, en el que Boccaccio, narra a través de otro narrador interno una serie de historias que en un principio contienen una moraleja, que, con el avance en cada Jornada, va perdiendo. Aunque cada historia contiene una seria de situaciones que tienen que ser interpretadas por el lector, y muchas de estas se han hecho presentes a lo largo de nuestras vidas. “Una parte del enriquecimiento de nuestra lectura se bebe a nuestra experiencia vital “4
A lo largo de mi vida he leído libros que a decir verdad me han sido poco provechosos, sobre todo en infancia y pre adolescencia, aunque han logrado causar un impacto fuerte en mi vida, por mencionar algunos: Las plumas del dragón (Arnica Esterl) (mi libro favorito de la infancia), El principito (Antoine de Saint), Aladino y la lámpara maravillosa, y demás. Tal vez de estos, adopte ciertas posturas, ideas y hasta estereotipos que me hacían sentir muy bien, adoptando en un caso extremo una idea muy distante de lo que era la realidad. Y hoy en día creo que esto puede estar sustentado en
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