Mi Leccion con August

MI LECCIÓN CON AUGUST

En el presente documento, hablaré sobre el libro “La lección de August”, que también fue una lección para mí. Compartiré mis reflexiones y sentimientos que tuve al leer esta historia. August nunca había asistido a la escuela, de eso trata el libro, de su experiencia durante quinto grado.         Muestra diferentes perspectivas de la historia, como la de su hermana Vía.

La primera parte del escrito es narrada por August, nos cuenta cuál es su vivencia de ir a la escuela por primera vez. Aquí hablo de cómo es salir de la zona de “confort”. Después, hablaré sobre la inocencia de los niños y como pueden llegar a hacer daño. Seguiré hablando sobre su hermana Vía y como es para ella vivir con August. Y para concluir agregare una breve reflexión.

Está historia es de August, un niño de diez años, que le gustan cosas comunes como a los niños de su edad. Pero la realidad es que no es un niño común, es “extraordinario”. August nació con una deformación en la cara.  No tuvo una infancia como las personas comunes. Antes de siquiera poder asistir a una escuela, tuvo que asistir al hospital a recibir varias operaciones. Su madre le daba clases en casa.  Así fue hasta que estaba próximo a entrar al quinto grado, cuando sus padres decidieron que era hora de asistir a una escuela normal. Para él, era salir de su zona de “confort”, exponerse a que otras personas lo conocieran y juzgaran. Me hizo recordar cuando entre a la preparatoria. Me sentía como August, hasta la secundaria estuve en la misma escuela, casi siempre estuve con los mismos compañeros durante todas estas etapas, mi colegio era muy pequeño por lo que conocía a todos y todos me conocían. Mis padres decidieron que yo entrara a una preparatoria pública, con muchísimos alumnos. Entonces, no solo era salir de esa escuela, también era salir de mi zona de “confort”. Al igual que August, tenía miedo a que las personas me juzgaran, a no poder adaptarme, pero también sentía mucha emoción por comenzar una nueva etapa. Creo que todos en algún momento nos sentimos como él, por tener que salir de nuestro “confort”.  Mi primer día de clases en preparatoria me sentía exactamente igual que August. “Sí, reconozco que el primer día de clases estaba tan nervioso que las mariposas en el estómago se parecían mas a unas palomas revoloteando por mis tripas” (Palacio, 2013. Pag.55).  Los niños de su nueva escuela se sorprendían al verlo, susurraban al verlo y lo miraban. Aunque ya estaba acostumbrado a que lo observaran, eso le incomodaba, pero lo que más le molestaba era que le hicieran preguntas como “¿Por qué tu cara es así?”, “¿Tuviste un accidente?”. Aunque realmente no lo hacían con malicia. Con esto pude analizar que los niños desde su inocencia pueden llegar a ofender o hacer daño. Aunque, la realidad es que, no todos son inocentes. Tengo un hermano, se llama Oscar y también tiene diez años. Esto me hizo poder empatizar mucho con August y entender el comportamiento de niños de su edad. Por eso es sé que hay niños que realmente disfrutan de hacer sentir mal a los demás. En muchas escuelas está presente el “bullying”. Y se llega a normalizar por la idea de que los niños no saben lo que hacen. August hace una amiga en la escuela, se llama Summer. Confiesa que en verdad sentía pena por él, por eso es por lo que decidió hablarle, hasta que realmente disfruto su compañía. Dejando a un lado a ella, los demás niños no querían a August, bueno Jack Will también era agradable con él, pero a sus espaldas no lo fue.Summer se enteró que desde el inicio de clases ellos juegan a que “Cualquiera que toque a August sin querer tiene treinta segundos para lavarse las manos o para encontrar desinfectante si no quiere contagiarse la Peste.” (Palacio, 2013. Pag.168) Eso era realmente cruel, aunque August no estaba enterado de ese jueguito, notaba como nadie quería tocarlo y el rechazo de sus compañeros.

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