Mi paradigma del texto

MI PARADIGMA DEL TEXTO

El texto va más allá de uno mismo, es algo que siempre está presente y que muchas veces es difícil de definir. Designa cualquier mensaje visual, auditivo, mixto que emerge de una situación e intención comunicativa.

Desde este punto de vista, el texto no tiene una extensión fija; puede ser lo mismo una palabra o un libro. La palabra texto se puede atribuir a todo aquel mensaje que posee integridad, sentido, coherencia y adecuación.

Para comunicarnos mejor es importante que podamos reconocer las características de los textos que leemos y escuchamos, y que podamos producir nuestros propios textos de acuerdo con la intención comunicativa que perseguimos.

Los mecanismos empleados en la construcción de un texto escrito son la cohesión y la coherencia. Ellas contribuyen a darle claridad, concisión y precisión a los textos escritos.

Entonces si el texto escrito es la expresión ordenada del pensamiento, la coherencia es el principio ordenador que lo rige.

Hablar de coherencia en el texto, es prácticamente igual a hablar de pensamiento organizado, pues por lo general aquella es responsable de este último.

Son muy pocos los casos en que una persona con esquemas mentales claros no presenta facilidad de palabra, tanto oral como escrita, indistintamente del campo en que se desarrolle su potencial intelectual. Y aún más escasas son las situaciones en que alguien de pensamiento inmaduro logra un nivel aceptable de organización al momento de producir textos.

La coherencia es entonces, una característica necesaria para cualquier persona, pues demuestra el grado de aprehensión general o de un tema determinado.

El lenguaje es el medio del pensamiento, y si no podemos hacernos entender a través de la más convencional y completa de sus formas en la escritura; menos podremos hacer cosas tales como transmitir todo un concepto en una historia de manera convincente y creativa.

A mi parecer, ese debería ser el orden de importancia a tener en cuenta a la hora de estructurar información: lo más importante es que sea convincente, y lo que es convincente es claro, y si es claro es porque es coherente. Desafortunadamente, los medios de comunicación, que deberían ser nuestro ejemplo a seguir, se han convertido en un escaparate de lo incorrecto, al invertir este pequeño código e interponer el ahorro de espacio o de trabajo al elaborar los textos, a la tan necesaria coherencia.

Ni lo simple ni lo fácil son sinónimos de lo bueno, pero si existe algo de facilidad en la comunicación. Los textos que producimos en el soporte que sea, no deben ser fáciles de hacer, sino de entender, y la coherencia es nuestra más esencial herramienta en cualquiera que sea el campo que nos espera.

Otro punto que en lo personal me llamo mucho la atención es la autonomía en el texto; ya que no se puede enseñar de la misma forma que se enseña gramática, hay que desarrollarla por medio de las actividades que forman parte del proceso de aprendizaje, cada quien le da un juicio a su lectura.

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