Modelo de regresión Un Análisis de la Economía Regional

Un Análisis de la Economía Regional

J. R. Meyer

La creación de un nuevo campo de especialización es siempre objeto de interés en cualquier rama académica, y no ha habido excepción en el fenómeno que se ha venido ha llamar en la ciencia económica “análisis regional”.  

Las manifestaciones de esta aparición son muchas. En la última década han surgido teniendo por objeto ambos, problemas de desarrollo regional, una nueva asociación profesional y una revista. Esta nueva revista, publicada por la Regional Science Asociación, tiene además todas las garantías de éxito académico. Ha crecido constantemente el número de personas que constituyen en ella, su tamaño, e igualmente el nivel de los temas tratados. También en la última década se ha creado una institución para la investigación que esta teniendo mucho éxito y llegará lejos, Recursos para el Futuro, que trata e gran parte de problemas que convencionalmente se han adscrito a este nuevo campo. Esta organización constaba además en 1952 que no menos de unas 140 universidades estadounidenses habían empezado unos programas serios de educación e investigación en estudios regionales, y hay razones suficientes para creer que estas actividades han aumentado en vez de contraerse desde entonces. De manera similar se han organizado innumerables conferencias para discutir, valorar y promover estudios científicos regionales aquí y en el extranjero. En verdad, quizá uno de los testimonios más impresionantes de la atracción de este nuevo campo es que han conseguido el interés oficial o semioficial de diversos gobiernos, entre otros Italia, Francia, España, Grecia, Argentina, Turquía, Venezuela, India, Colombia y Pakistán.

La economía y los economistas han tenido desde siempre alzas y bajas en el interés que le despertaban las diferentes materias o dicho de manera más clara, preferencias y modas en sus estudios e investigación. Más aún, si construimos la economía como una ciencia aplicada y argüimos, al menos dentro de ciertos límites, que la mayoría de los grandes pasos hacia delante en el conocimiento y teoría económicos se han realizado en respuesta de ciertos desafíos de políticas específicas, esta tendencia de seguir temporalmente ciertas direcciones de investigación con un celo aparentemente exagerado, no sería necesariamente afortunada. Por el contrario, puede ser la sustancia y acompañamiento necesarios del progreso intelectual en un campo donde el progreso consiste a menudo en la generación de principios o conceptos para el conocimiento y solución de problemas prácticos. Conocer dicha investigación y sus resultados conceptuales o creaciones, requiere normalmente a su vez una apreciación de los problemas de la política que han suministrado los estímulos. Sería falso, sin embargo, inferir que la identificación de estos estímulos explicaría totalmente el nacimiento y la creciente popularidad de la economía regional. Tampoco proporcionarían éstos una base adecuada para el conocimiento de los desarrollos recientes en este campo. La economía regional tiene claros e importantes representantes intelectuales, y en verdad parece muy probable que ciertos desarrollos teóricos de economía general, particularmente los relacionados con la interdependencia general de los sistemas, hayan proporcionado la base conceptual sin la cual la economía regional no podía haber florecido. Una explicación clara de este movimiento de la economía regional es que, de hecho, es el resultado de una fortuita mezcla de los deseos de muchos economistas de aplicar ciertos recientes y afiliados conceptos instrumentales y de los deseos de políticos de buscar unas respuestas más adecuadas y analíticas a los complejos problemas relacionados con el creciente regional y urbano.

Un estudio razonable, ya sea de los estímulos o de los conceptos precursores de la economía regional, requiere, además, una definición de lo que exactamente constituye este nuevo campo. Se encuentra enseguida problemas semánticos especiales propios de este nuevo campo; el más sencillo de ellos no es, ni mucho menos, definir una región. Los problemas de definición se consideran en la sección uno. Como quedará claro allí, las definiciones, y en economía general no es fácil obtenerlas, constituyen una dificultad que se comparte con casi todos los nuevos campos de especialización. Siguiendo estos ejercicios de definición, la sección II analizará una visión más profunda de los problemas políticos como estímulos. En la sección III se tratará de los fundamentos teóricos de la economía regional como derivados de la economía general. La sección IV seguirá con un análisis de los diferentes métodos que se pueden emplear en los estudios de la economía regional. Finalmente, la sección V intenta resumir y valorizar en parte todo lo dicho anteriormente.

                I.        Problemas de Definición

Una tentación casi inevitable cuando por primera vez se ataca el problema de definir la economía regional es afirmar que es simplemente toda la economía a la escala y el nivel necesario para medir adecuadamente o predecir la actividad económica de un área geográfica determinada. Dicha característica sería, en parte, cierta ya que la economía regional ha sido algo ambiciosa al seleccionar sus objetivos. También está implícita en esta definición una urgente necesidad de definir una economía regional en términos de estudio particular y objetivos políticos, y de esta manera destacar la importancia de sus orígenes pragmáticos.

La dificultad de dar a la economía regional un carácter específico en términos de disciplina económica convencional también explica parcialmente y se explica por la tendencia de colocar los estudios de economía general en un campo interdisciplinario más amplio. Casi desde el principio lo convencional fue hablar de “análisis regional” y “ciencia regional” más que de “economía regional”, sobre todo cuando se trata el tema seriamente. Se han incluido y acogido favorablemente diversas materias como sociología, demografía, geografía e historia. En verdad, a veces, la característica distintiva de economía regional ha parecido ser casi un aspecto interdisciplinario. En diversidad, combinada con la inseguridad en las definiciones, fue expresada muy bien por Harvey Perloff en la introducción al estudio de los Recursos para el Futuro ya citado.

No se ha encontrado un método plenamente satisfactorio de clasificación de los estudios regionales. Los estudios regionales tienden a tratar muchos aspectos y a veces implican el uso de varias disciplinas académicas. Así, pues, no se puede esperar un sistema general de clasificación que contenga todas las categorías; inevitablemente hay un exceso. El concepto de clasificación empleado en este estudio establece categorías cuyos centros y límites se pueden identificar y cuyos títulos se usan libremente con significativos técnicos y populares que no se diferencian mucho. Las categorías tópicas empleadas son:  1) Elementos físicos y recursos naturales; 2) Población y economía urbana; 3) Desarrollo económico regional; 4) Estudios y planificación metropolitana; 5) Historia y literatura regional y elementos socioculturales. Se han encontrado necesarias otras dos categorías: 6) Métodos y técnicas de análisis regional, y 7) Estudios regionales agregados.

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