Monografia Hamlet
Enviado por Lucas Marenco • 22 de Noviembre de 2015 • Monografía • 1.277 Palabras (6 Páginas) • 760 Visitas
INTRODUCCION
En el presente trabajo, me encargaré de analizar y comparar el texto dramático de “La Tragedia de Hamlet, Príncipe de Dinamarca” de William Shakespeare con su reescritura, “Hamlet, de William Shakespeare” de Luis Cano. Para ello, me basaré en los textos utilizados a lo largo del cuatrimestre y el contenido visto durante las clases, como también, lecturas complementarias de la autoría de Liliana B. López sobre reescrituras, estableciendo parámetros para lograr analizar la estructura de ambas piezas dramáticas.
Sin más, a la espera de que el material resulte atractivo para el lector, los invito a que disfruten de su contenido y les sea útil para futuras investigaciones acerca de este tema.
¿QUÉ ES UNA REESCRITURA?
Previo a analizar y poder ver la estructura de la obra de Luis Cano, debemos entender lo que es una reescritura. Una reescritura es una acción que consiste en escribir nuevamente sobre un tema pero desde un enfoque diferente. Este concepto no es algo nuevo para nosotros, ya que la operación de la reescritura, especialmente en el teatro, se puede hallar en las reelaboraciones de los mitos por parte de los trágicos griegos, y así a lo largo del tiempo. Básicamente, podemos interpretar a la historia del teatro como una reescritura incesante.
Se debe aclarar que no solo hay autores que realizar reescrituras sobre textos de otros, sino que también, un mismo autor puede realizar una reescritura de su misma obra. Este es el caso del dramaturgo argentino Ricardo Monti.
LA REESCRITURA IMPLICITA DE LOS CLASICOS
Los clásicos, como en este caso es Hamlet, suponen una operación de reescritura desde el principio. Esto se debe a que estás historias hoy en día, en cuanto a la puesta en escena de la misma, llevan al director o adaptador del texto dramático a suprimir escenas y a volver más simple y compacta la historia.
Debemos entender que estas piezas dramáticas, como por ejemplo las obras de William Shakespeare, requerían una representación de largas horas, entre cinco y seis, donde un personaje era hecho por diferentes actores a lo largo de la representación.
En los tiempos de hoy, vemos casi imposible llevar a cabo una representación teatral de tanto tiempo. Tanto los procesos de globalización como la aceleración de la vida cotidiana nos llevaron a no poder entregar toda nuestra atención a una obra o representación artística por esta excesiva cantidad de tiempo, vemos como las representaciones son más concisas y tienen como máximo una amplitud en el tiempo de dos horas.
LA SIMPLEZA DE LUIS CANO
A primera vista, podemos encontrar varias diferencias entre la versión “original” de Hamlet de W. Shakespeare y la pieza de Luis Cano. Por empezar las escenas, dan la sensación de ser episódicas pero con un hilo conductor. Entendemos que hay una unidad de acción que se respeta, la trama esta simplificada y avanza a pasos agigantados, mientras que podemos apreciar que en la pieza del dramaturgo inglés, la trama no avanza demasiado. Hamlet retrasa su venganza, al buscar pruebas de modo racional para lograr justificar dicha venganza.
Acá vemos que la venganza de Hamlet no se ve tan retrasada, sino que este dramaturgo argentino le imprimió una velocidad a la acción que Shakespeare no realizó. Cabe aclarar que William Shakespeare tenía un alto grado de repugnancia hacia la venganza, por más que haya escrito una obra que corresponde a las tragedias de venganza, él se encargó de sabotear esa idea de venganza durante los cinco actos de la pieza. El protagonista es sumamente racional y busca pruebas para llevar a cabo su venganza. Aunque, si bien teniendo las pruebas para llevarla a cabo, Hamlet dilata el momento al verlo a Claudio rezando por miedo que se vaya al cielo, por eso es que quiere esperar a encontrarlo en un momento que esté cometiendo pecado.
...