Moustrooo De Los Cañaduzales

El moustro de los Cañaduzales

Las investigaciones de un grupo especializado buscaron a un asesino de niños que sembró el terror y miedo en Colombia. Este grupo especializado busco, recolectó y analizó evidencias sobre el asesino.

En el hallazgo de tres cadáveres de niños encontrados con semejanzas de muerte los investigadores informaron que se trataba de un asesino en serie, por coincidir en la edad y modalidad del deceso de los occisos.

Manuel Octavio considerado como “El Moustro de los Cañaduzales” al igual que Garavito era un pedófilo, o sea que solo apetecía de niños varones, que oscilaban entre los 6 y los 13 años de edad. Mató 21 niños en total, aunque se presume que pudieron haber sido muchos más, solía abordar niños vulnerables que trabajaran en la calle o fueran mendigos, al ser estos víctimas o presas fáciles, los cazaba ofreciéndoles dinero o con engaños se llevaba a los niños les decía a los niños que se desnudaran, para que se aplicaran una pomada para evitar el comezón de la pelusa, luego les decía que estiraran las manos, para preparar los cordones con este los amarraba y luego los tendía boca abajo para abusar de ellos, cuando se desarrollaba o eyaculaba, les amarraba otro cordón del cuello y los estrangulaba.

La estrangulación, su forma predilecta de matar, demuestra su alto grado de maldad ya que esta forma es una de las más severas, ya que el victimario puede contemplar cómo se escapa el último aliento de su presa.

Manuel Octavio Bermúdez fue condenado a 40 años de prisión, pero como siempre, el sistema penal para esta tipo de asesinos, les otorga una considerable rebaja si confiesan sus crímenes y si ayudan en el hallazgo de los restos óseos de sus víctimases por esta razón que la condena total fue solo de 26 años y 6 meses.

Los investigadores junto con su análisis del caso observaron que el modus operandi era semejante a los de Luis Alfredo Garavito el cual fue consultado para ayudar a los investigadores a hacer un posible perfil del asesino en serie.

La forma como lo capturaron fue por que una persona adulta que conocía al niño posteriormente víctima de Bermúdez vio cuando el niño se alejaba en compañía de un señor con dificultad para caminar y manejando un carrito de helados, a el no se le hizo sospechoso puesto que el niño como el señor parecían tener una charla amena y tranquila y pensó que se conocían. Hasta que la mamá del niño comenzó a buscarlo por su ausencia en su casa.

Entonces dieron parte a las autoridades las cuales actuaron con cautela relacionando la desaparición del niño con el asesino de los cañaduzales.

Los expertos, entonces, elaboraron el perfil y el modus operandi del que sería denominado el “monstruo de los cañaduzales” un hombre entre los 20 y los 40 años, entre 1,55 y 1,60 de estatura, contextura media, aspecto caucásico, con un defecto físico en

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