NATURALEZA Y ELEMENTOS DE LA ARGUMENTACIÓN
Enviado por luizbeto9412 • 2 de Diciembre de 2015 • Apuntes • 3.225 Palabras (13 Páginas) • 295 Visitas
TEMA 1
NATURALEZA Y ELEMENTOS DE LA ARGUMENTACIÓN
Se atribuye a Aristóteles la siguiente frase: “El sabio no dice todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice”. Sea o no de su autoría, podemos afirmar que expresa una de tantas exigencias de la racionalidad, apreciada y calificada como valiosa. Así, es frecuente que si alguien acusa o atribuye una acción buena o mala a otro, pero no aporta pruebas, se le juzga como poco formal o se duda de su credibilidad. Pensar en lo que se dice, y reflexionar en lo que se escucha, son dos elementos que permiten construir esta credibilidad ante los demás.
- FINALIDADES, CONTEXTOS Y LÍMITES EN LA ARGUMENTACIÓN
Cuando expresamos nuestros puntos de vista, ya sea de forma oral o por escrito, a veces tenemos la necesidad de defenderlos, o bien de rebatir los de otros; para ambas situaciones nos sirve la argumentación.
La argumentación suele estar relacionada con un contexto. Existen muchos contextos en los que no necesitamos argumentar, pues hay decisiones que tomamos mecánicamente, o hay conocimientos que simplemente adquirimos y no requieren de mayor argumentación. Sin embargo, hay otros contextos en los cuales las decisiones que tomemos establecerán el rumbo de nuestra vida. Es precisamente en estas situaciones en las cuales resulta importante la argumentación.[pic 1]
- ELEMENTOS PARA LA CONSTRUCCIÓN DE ARGUMENTOS
[pic 2]
Un argumento es un conjunto de enunciados en donde uno o algunos de ellos justifican o apoyan a otro. Se denomina razones o premisas a aquéllos que apoyan o justifican. La palabra premisa deriva de una expresión en latín que significa “lo que se pone primero”; se trata de razones en favor de la tesis o conclusión. Las premisas suelen anteceder a la conclusión, aunque no siempre es así.
Para construir un buen argumento necesitamos una tesis, o postura, que se expresa mediante un enunciado que estamos interesados en defender; y unas razones (otros enunciados) que ayuden a sostener nuestra postura.
A lo largo de nuestra vida aceptamos como verdaderas proposiciones de distinta índole (ya sea política, religiosa, social, pedagógica, laboral o moral); pero también puede ocurrir que no aceptemos como verdaderas otras opiniones, o que dudemos de sus fundamentos.
Cualquiera que sea el caso, siempre expresamos nuestro pensamiento y nuestra visión del mundo a través de proposiciones. Cada quien puede considerar como verdadera cualquier postura que desee, pero si se pretende convencer a otros de que la acepten como verdadera se tendrán que ofrecer buenas razones para ello. Sin embargo, también es posible que alguien nos convenza de que nuestra postura no tiene fundamentos, y de que por lo tanto, ésta es falsa. En dicha situación, también es válido cambiar de opinión, aunque se haya defendido con profunda pasión aquellas opiniones que consideramos verdaderas.
- ¿A QUÉ TE COMPROMETES CON LO QUE DICES?
Las condiciones de verdad de los enunciados no son las mismas para todos, puesto existen diferentes estructuras. A los enunciados con un solo sujeto y un predicado se les denomina simples y a los que cuentan con más de un sujeto o más de un predicado, compuestos. Así, el enunciado (A) El jardinero regó las flores es simple; y los enunciados (B) El jardinero regó las flores y cortó el pasto y (C) El jardinero y su asistente regaron las flores, son compuestos.
Las estructuras proposicionales más importantes son la siguientes: | |
Conjunción | Supone que todas las proposiciones son verdaderas. Por ejemplo, si afirmo Ese jardinero es cuidadoso y profesional, debo demostrar que ese jardinero es tanto cuidadoso como profesional. |
Disyunción | Propone alternativas, y es suficiente con demostrar que una de las afirmaciones es verdadera para calificar de verdadera a la proposición compuesta. Así, cuando se afirma: Ese jardinero es cuidadoso y profesional, basta con demostrar o que es cuidadoso, o que es profesional. |
Negación | Cuando negamos no unimos proposiciones, pero sí cambiamos su valor de verdad. Por ejemplo, si negamos que es verdad que Ese jardinero es cuidadoso, sólo basta añadir una negación al mismo enunciado: Ese jardinero no es cuidadoso. |
Condicional | Está compuesta por dos elementos: el antecedente y el consecuente. El antecedente es una condición suficiente y el consecuente es la condición necesaria. Esta estructura propone que un enunciado (el antecedente) basta para que otro sea verdadero. Por ejemplo: Si ese jardinero es profesional entonces es cuidadoso. El antecedente es ese jardinero es profesional y el consecuente es: es cuidadoso. ¿El condicional puede ser verdadero si decimos que es falso el consecuente? Por supuesto que no, pues ser cuidadoso es una característica de ser profesional. |
Identificar las estructuras de los enunciados nos permite conocer hasta dónde se compromete quien las dice, y qué tanto se puede exigir en la defensa de esas afirmaciones.
[pic 3]
Lo primero que haremos será identificar las diferentes estructuras, es decir, si se trata de una condicional, una disyunción, una conjunción o una negación.
Actualmente el oficio de la restauración intenta recuperar el estado original de las obras y respetar el deterioro natural del paso del tiempo.
Este enunciado es una conjunción. Los dos enunciados que lo componen son:
1. el oficio de la restauración intenta recuperar el estado original de las obras, y*
2. el oficio de la restauración intenta respetar el deterioro natural del paso del tiempo.
Para que el postulado sea verdadero, necesitamos probar que los dos enunciados lo son.
Si Goya dijo que “El tiempo también pinta", es porque sabía que los colores se deterioran con los años.
Este enunciado es un condicional, cuyo antecedente es Si Goya dijo. Su consecuente es porque sabía que los colores se deterioran con los años. Para que sea verdad el enunciado necesitamos probar que su consecuente es verdadero, pues como ya sabes, si el consecuente es verdadero, el antecedente también lo será.
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