Obra Literaria De La Edad Media
Enviado por karly_mei • 24 de Marzo de 2014 • 1.978 Palabras (8 Páginas) • 479 Visitas
Francia[editar]
o posteriores al Cantar de Roldán son los cantares como el Cantar de los Aliscanos, el Charroi de Nimes o La coronación de Luis. Ello sitúa el siglo XII como el momento álgido de este tipo de literatura.
Las chansons de geste francesas estaban escritas en decasílabos o, más tardíamente, en alejandrinos asonantados (en los primeros tiempos) y luego consonantados (en sus últimas manifestaciones) agrupados en largas tiradas de extensión variable. Aparecieron hacia el fin del Siglo XI y fueron cantadas entre 1050 y 1150. Las últimas fueron producidas en el curso del siglo XV. A menudo anónimo, su autor la destinaba a ser cantada y acompañada musicalmente ante un público extenso y variado, popular o noble.
Un cantar de gesta francés cuenta, en los manuscritos conservados, unos noventa, con entre mil y veinte mil versos. No son rimados en consonante, sino simplemente asonantados. Como se trata de una literatura de carácter fundamentalmente oral, la repetición de la última vocal acentuada bastaba para quedarse en la memoria auditiva y como se ha dicho anteriormente, utilizaban algunos pasajes (resúmenes de lo ya contado) y fórmulas repetidas (epítetos añadidos a cada nombre propio que caracterizaban a tal personaje: Carlomagno el de la barba florida) que permitían a los recitadores tiempo para hacer memoria de lo que debían contar. La recitación de estos largos poemas podía durar varios días seguidos.
Las copias conservadas, que como se indicó anteriormente se deben a escribas probablemente bastante posteriores, en muchos casos están redactadas en anglo-normando, aunque ello no prejuzgue que los cantares estuvieran redactados originalmente en dicha lengua. De hecho, se trata de copias no muy cuidadas (a diferencia de las realizadas por los copistas en los conventos), y únicamente las copias más tardías (también probablemente elaboradas ya por clérigos) a partir de los siglos XIII, XIV y XV mantienen coherencia ortográfica y un cierto cuidado. Este hecho hace pensar que las primeras copias eran instrumento de trabajo de los propios juglares. Además diferentes versiones de los mismos cantares muestran que determinados aspectos o partes de las historias se desarrollaban más en unas versiones que en otras, e incluso determinados acontecimientos se variaban o cambiaban de escenario.
El acto épico por excelencia es el acto guerrero; la narración del combate en sus diferentes etapas es casi constante: el encuentro de débiles fuerzas cristianas contra multitudes paganas, asaltos a lanza o espada, hazañas de fuerza y heridas, etcétera. Para ello existen descripciones y el uso de determinados recursos estilísticos: constante uso del tiempo presente, alternacia de diálogo y narración, énfasis y otras.
Los cantares de gesta franceses están escritos en lengua de oil y cantan el valor marcial de los caballeros, héroes de la época de Carlos Martel y Carlomagno, y sus batallas contra los moros. A estas leyendas históricas se añadieron después una gran cantidad de elementos maravillosos: gigantes, magia y monstruos aparecen entre los enemigos al lado de los sarracenos. Y los aspectos militares fueron decayendo en favor de los elementos maravillosos.
Los temas de los cantares de gesta franceses se convirtieron en la llamada "materia de Francia", que se opuso a la llamada "materia de Bretaña", constituida por las historias del rey Arturo y de los caballeros de la mesa redonda, y la "materia de Roma", que mezcla la mitología griega con narraciones de Alejandro Magno, Julio César y otras figuras de la antigüedad grecolatina presentadas como ejemplos caballerescos.
Cuando las costumbres medievales se refinaron y volvieron más sutiles, se prefirió a los cantares de gesta las narraciones cortesanas que fueron inspiradas más bien en las relaciones entre el caballero y su dama.
En los cantares de gesta solo el sistema de vida feudal interviene en escena. El héroe épico es un caballero dotado de una fuerza sobrehumana y capaz de sobrellevar todos los sufrimientos físicos, morales y psíquicos posibles. Es ejemplar por su fidelidad a su señor,y es elegido por su perfección para representar siempre una colectividad cuya existencia está en juego. Con Carlomagno, por ejemplo, es "la dulce Francia", como para Ruy Díaz de Vivar es "Castilla la gentil", y luchan y sufren para defenderlo y vencer al fin. Las fuerzas divinas se añaden casi siempre para socorrerlos; la muerte es el momento más emocionante de la narración y muestra una lección dictada por la visión religiosa y feudal de la sociedad: el sufrimiento y la muerte son nobles cuando ellas llegan a causa de Dios y el soberano. El público es llamado a grandes emociones colectivas y religiosas. Los otros personajes poseen papeles definidos: son confidentes, traidores, enemigos, ayudantes etcétera. Están en la narración para subrayar el heroísmo y las virtudes del héroe principal.
Quedan menos de cien cantares de gesta francesas; los trovadores de los siglos XIII y XIV los agruparon en tres grandes series llamados ciclos. Cada ciclo comprende unos poemas épicos que se desarrollan en torno al mismo héroe o miembros de su familia. Se distinguen:
Ciclo del rey Carlomagno, también llamado Ciclo de Pipino o Ciclo del rey. En él se narran las proezas guerreras de Carlomagno y a las campañas guerreras que desarrolla, principalmente en Sajonia, Aquitania, España e Italia. Junto al rey Carlomagno aparecen su sobrino Roldán, los Doce Pares de Francia y Turpín, arzobispo de Reims. El ciclo trata también la infancia de Carlomagno, y su trayectoria para conquistar el trono y consolidar su poder, y su vejez. En total componen este ciclo una docena de cantares, de los que los más famosos son la Canción de Roldán (siglo XI), La peregrinación de Carlomagno (Siglo XII), Huon de Burdeos (Siglo XII), Berthe aux Grands Pieds (Siglo XIII), Cantar de Aspremont, Otinel (Siglo XIII) o los Saisnes.
Ciclo de Garin de Monglane, cuyo personaje principal es Guillermo de Orange, guerrero que participó en el asedio de Barcelona junto a Ludovico Pío. En este ciclo, el marco cronológico se desplaza al reinado del hijo de Carlomagno, Ludovico. Está integrado por La coronación de Ludovico (alrededor del año 1137), Cantar de los Aliscanos (Siglo XII), Girard de Vienne (Siglo XIII), Aimeri de Narbonne (Siglo XIII), Charroi de Nîmes, Moniage de Guillaume.
Ciclo
...