Obras De Teatro
Enviado por nancyemma • 28 de Febrero de 2014 • 4.101 Palabras (17 Páginas) • 668 Visitas
Título: ¡Basta de abusos, basta de bullying!
Autor: Fabián Choque
Personajes:
Jenny
Silvia
Carlos
(Se abre el telón y aparece Jenny sentada con un polo manga de larga y con la capucha puesta, en una silla en medio del escenario, con la cabeza gacha) (Aparece Silvia con mirada seria y fija. Luego, se dirige hacia ella)
Silvia: ¡Mira cómo estás vestida! Pareces una pordiosera ¿¡Qué no tienes algo mejor que ponerte!? (Jenny comienza a agachar un poco más la cabeza) Ni eso sabes hacer bien
(Se retira molesta por el otro lado del escenario) (Luego, entra a escena un joven llamado Carlos con una actitud déspota)
Carlos: (Se inclina frente a ella) ¡Qué fea eres! (Mueve la cabeza en señal de negación) Con razón que ningún chico quiere estar contigo (Jenny agacha más la cabeza, todavía) ¿Qué? (Acerca su oído a ella) ¿Me vas a refutar en algo? (Se pone de pie) ¡Claro! ¡Qué me vas a refutar si todo lo que he dicho es verdad! ¡Qué triste vida la tuya! (Se retira de escena)
(Vuelve a aparecer Silvia y camina pasando frente a Jenny; inmediatamente la ve y regresa con ella)
Silvia: (Con sorpresa) ¿¡Sigues aquí, todavía!? ¿¡No entiendes que pierdes el tiempo tratando de ser feliz!? (Jenny se agacha aún más, todavía) ¡Jamás lo serás! (Le grita) ¡Buaahh…! (Jenny retrocede un poco) ¡Miedosa, aparte de fea! (Mira al público) ¡Esto es el colmo! (La vuelve a mirar) Deberías meterte en su saco y lanzarte al mar, así le haces el favor al mundo ¡Ay!
(Se retira de escena saliendo por el otro extremo) (Aparece ahora Carlos)
Carlos: ¡Hola fea! ¿Cómo estás? (Jenny se coloca en posición fetal colocando la cara en las rodillas) ¡Eso! ¡Así debes estar! Con la cabeza gacha, sin mostrar esa… “cara” que tienes (Cruza los brazos) El chico que encuentres, estará contigo solo por pura lástima (Le golpea en la cabeza) ¡Ey! ¿¡No me escuchas!? (Coloca las manos en la cintura) ¡Y encima sorda! Ni para eso sirves (Se retira de escena)
(Ya sola, Jenny levanta la cabeza lentamente)
Jenny: (Totalmente seria) No sé de qué me sirve la vida que tengo que vivirla con una espina siendo clavada todos los días en mi corazón. Una espina que me causa un dolor tan inmenso, que ni la costumbre lo puede aliviar. (Suspira) Será mejor no salir al mundo y quedarme únicamente aquí, en dónde el sufrimiento sea menos intenso y tanto mi corazón como mi alma no tenga que pasar por las penalidades que la duras palabras les hagan pasar. Adiós al mundo. Adiós, Jenny.
Fin
Título: Mi pequeña Nataly
Autor: Fabián Choque
Personajes:
El narrador
La hija
El padre
El anciano
El hada
Escenario: El cuarto de un joven.
(Aparece el narrador, se sienta en su escritorio, abre su cuaderno y comienza a escribir)
El narrador: (Piensa por un momento con el lápiz en la boca)…Mmm ¡Lo tengo! (Comienza a escribir) Érase una vez, había una chica llamada Natalie. (Aparece Nataly mientras habla) Ella era una muchacha bonita, (Modela como niña) dulce, gentil y amable (Nataly camina) De repente, aparece un hombre, era su papá quién viene a hablar con ella, le dijo...
El padre: ¡Natalie! (La abraza mientras sonríe)
Natalie: ¡Papá! (Se separan)
El padre: (Sin soltarla de los brazos) ¡Te dije que no vaya demasiado lejos!
Natalie: ¡Lo sé papá, pero me gustaría ir (Extiende los brazos y mira hacia arriba mientras sonríe) a conocer todo el mundo!
El padre: ¡Pero recuerda que en el mundo hay muchos peligros!
Natalie: Lo sé, papá.
El padre: Por lo tanto, no puedes alejarte de mí, ¿Está bien?
Natalie: (Con mirada cabizbaja) Está bien.
El narrador: Luego, se vuelven a abrazar (Abraza a su padre) Después de eso, él se va seguro que su hija ha entendido el mensaje. (El narrador piensa durante unos segundos) Después de eso, Nataly siguió jugando. De repente apareció un anciano con un bastón, la vio y se le acercó.
El anciano: Perdone, niña.
Natalie: (Se da la vuelta rápidamente) ¡Sí, señor!
El anciano: Lo siento, pero... ¿Me podrías ayudar a encontrar esta dirección? (Le muestra una hoja de papel)
Natalie: Ok... (Lee el papel) ¡Este lugar está cerca de aquí! (Le señala la dirección)
El anciano: ¿Puedes llevarme allí?
Natalie: (Sonríe) Lo siento, pero mi papá me dijo que me quedara aquí.
El anciano: ¡Por favor! Será rápido.
Narrador: (Nataly le vio por un momento) (Responde con voz dudosa) Ok, señor vamos.
El anciano: ¡Oh, muchas gracias! (La abraza mientras pone una expresión de maldad)
Narrador: Ella los acompañó sin saber que el viejo no era la que pensaba (Salen de escena) Varios minutos después, aparece su padre muy preocupado de encontrar a su hija.
El padre: (Grita mirando a todos lados) ¡Nataly! ¡Nataly!
Narrador: Pero no la llega a encontrar. Triste, sale a buscarla por todas los partes (Sale del escenario) Varias horas más tarde, aparece Nataly llorando muy asustada.
Natalie: ¿¡Dónde estoy? ¡Me he perdido! (Mira hacia arriba) ¡¡¡Que alguien me ayude!!!
Narrador: De repente, aparece un hada dispuesto a ayudarla. Entra dando vueltas y saltando como bailarina de ballet.
El hada: (Acariciando sus cabellos) Hola Nataly.
Natalie: (Sorprendido) Pero, ¿¡Quién eres tú?
El hada: (Extiende sus brazos y da una vuelta entera) Yo… soy un hada; estoy aquí porque quiero.
Natalie: (Muestra una gran sonrisa) ¿¡En serio!?
El hada: Así es (Acaricia su s mejillas). Sin embargo, no deberías escuchar a extraños, es muy peligroso.
Natalie: Sí (baja la cabeza) aprendí la lección.
El hada: Mmm… Ok, ¿Qué deseas?
Natalie: Quiero estar con mi papá.
El hada: Muy bien (levanta su varita) ¡Qué se cumpla tu deseo! (Coloca su varita encima de la cabeza de Nataly)
Narrador: En ese momento, alguien comienza a gritar su nombre.
El padre: ¡Natalie! ¡Natalie!
Natalie: (Mira al hada) ¡Es él!
El hada: Sí, ¡Anda!
Narrador: Mientras Natalie va con su papá, el hada se retira. Natalie ve a su papá y lo abraza.
El padre: ¡Natalie! ¿¡Pero, ¿dónde has estado!?
Natalie: ¡Lo siento papá! No debí desobedecerte, te prometo que nunca más lo haré.
El padre: No te preocupes, hija. Lo importante es que estás bien (La abraza)
Natalie: (Para sí misma) Gracias de hada, muchas gracias.
...