Octavio Paz

“La llama Doble”.

Octavio Paz

La llama doble es un ensayo sobre conceptos, sentimientos y vivencias que mueven el mundo: el sexo, el erotismo y el amor.

Una obra en la que Octavio Paz reflexiona de modo lúcido sobre la evolución de dichos conceptos a lo largo de la historia de la humanidad y de las letras, desde los orígenes del pensamiento sobre el amor en la antigua Grecia hasta la actualidad. Pero sus pensamientos van mucho más allá al abarcar la dualidad cuerpo y alma, el origen del hombre y su papel dentro del Universo.

Piensa en el amor humano como la unión de dos seres sujetos al tiempo y a sus accidentes: el cambio, las pasiones, la enfermedad, la muerte. Y aunque el amor, "no nos salva del tiempo, lo entreabre para que, en un relámpago, aparezca su naturaleza contradictoria, esa vivacidad que sin cesar se anula y renace y que, siempre y al mismo tiempo, es ahora y es nunca".

Octavio Paz nos señala, algo que sin duda reconocemos como verdad, que una de las funciones de la literatura es la representación de las pasiones, el amor ha sido una pasión central en occidente y así lo confirman las obras que dieron paso a la poesía provenzal, cuyo tema principal es el amor manifestado de múltiples maneras.

Señala, sin embargo que ningún cambio ha alterado esencialmente el arquetipo del “amor cortés”, presente en todas las historias. Nos dice que la literatura moderna se caracteriza por ser crítica, analizar a sus héroes, por permitir distinguir ese conjunto de condiciones y cualidades incompatibles que distinguen al amor de las otras pasiones: atracción/elección, libertad/sumisión, fidelidad/ traición, alma/cuerpo.

Recordemos las distinciones entre sexualidad, erotismo y amor:

“La sexualidad es animal; el erotismo es humano. El amor, a su vez, también es ceremonia y representación pero es algo más: una purificación. El amor es la metáfora final de la sexualidad. Su piedra de fundación es la libertad: el misterio de la persona. No hay amor sin erotismo como no hay erotismo sin sexualidad”

Es sencillo distinguir entre el amor y otros afectos menos empapados de erotismo, en el “amor” a la patria, a los principios, falta el elemento erótico. El “amor” a la familia, no aparece ningún elemento de la pasión amorosa, explicando el complejo de Edipo/Electra, si hay atracción mutua, ha desaparecido el afecto familiar. Y el “amor” entre hermanos, no hay elección.

El amor filial, fraternal, paternal y maternal, simplemente no es amor nos dice Paz, es piedad, una virtud que nos incita a reverenciar, acatar, servir y honrar, a Dios a nuestros padres y a nuestra nación.

La experiencia mística va más allá de la piedad, existe gran afinidad entre mística y erotismo, porque tanto la primera como el orgasmo son experiencias “indecibles”. La diferencia está en el objeto amado (un ser intemporal versus una criatura mortal) y contemplado (el místico contempla una aparición, mientras que el enamorado ve y toca una presencia).

Se compara la amistad con el amor, ambos son afectos elegidos libremente y relaciones interpersonales.

Pero se diferencian en que el amor puede no ser recíproco, y comienza con el descubrimiento de una persona que atrae inexplicablemente y de forma inmediata. En cambio la amistad supone reciprocidad, y nace de la comunidad y coincidencias en las ideas, sentimientos, o intereses. No es inmediata; el trato refina la simpatía y el intercambio frecuente y prolongado genera la amistad.

A través del tiempo la amistad ha sido considerada superior al amor, suele ser más duradera por tanto esta menos sujeta a cambios inesperados, Octavio Paz dice, “El amor es trágico, la amistad

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