Ojos que no ven, corazón que no siente
Enviado por EnzoMoon • 1 de Octubre de 2014 • 457 Palabras (2 Páginas) • 288 Visitas
Ojos que no ven, corazón que no siente...
¿Será por eso que nadie siente nada por mí? Porque no me ven...Ser invisible es casi como no existir, solo cuando alguien te ve te sentís vivo...Lo esencial es invisible a los ojos, ¿será que yo soy tan esencial que soy totalmente invisible? Soy como un fantasma, una sombra que pasa pero nadie me puede ver...
Y así me siento yo, muerto en vida, como un mosquito, menos que un mosquito, no me ven, y como no me ven, no les importa que yo sufra... ¿Qué le importa a los de mas lastimarme si no existo? No me ven...
Las lágrimas escurrían en mi rostro sin control alguno, quería parar pero cada día era lo mismo, todos me trataban como basura, burlándose de mí, sin conocerme, seguros de hacer de mí un buen chiste, a sabiendas que yo no podía defenderme.
Te entiendo, últimamente vienes cada noche, las cosas se han puesto feas ¿No es así? – Dijo aquella voz a la que ya me había acostumbrado a escuchar siempre que iba a desahogarme a este rincón, a orillas de la ciudad, solitario si, peligroso tal vez, pero no quería que nadie viese mi dolor. Y sobre la voz, no sabía su origen. Al principio me había asustado, pero puede que en lo profundo de mi mente lo asociara con mi locura, así que simplemente la había aceptado. –No tienes porque soportarlo siempre, puedes obtener el poder que necesitas, cambiar toda tu vida, pero debes desearlo desde el fondo de tu ser o de lo contrario tus miserias solo se multiplicaran.
Tu sabes que quiero acabar con esto, pero como podría, tu no existes, aunque eso es tonto puesto que hablo contigo, seguramente en unos meses estaré en un manicomio o algo peor.- Lo decía al aire, pero sentía como si realmente alguien me estuviera escuchando, observándome atentamente.
Lo que no ves, lo que no escuchas, lo que ni siquiera imaginas no tiene que ser inexistente, hay mas en este mundo de lo que jamás has creído, y hoy he decidido que eres digno de compartir mi sangre, mi fuerza y mi conocimiento, lo que hagas con ello depende de ti, pero seguro que será algo digno de ser presenciado, alguien como tú, tendiendo el poder de un dios, o quizás de un demonio.- Y después de estas palabras algo en las sombras fue cobrando sustancia, era poco más que una silueta, pero había algo, estaba seguro. La luna ilumino un poco más y lo vi, sacado de aquellas leyendas con las que crecí, que jamás tome en serio y que ahora veía confirmadas, sin necesidad de otra palabra de su parte, sabía que ante mí se encontraba un vampiro…
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