Ortografía, las palabras homófonas

El tema que he escogido ha sido la grafía de LL, Y y las palabras homófonas.

Hay palabras que, aunque tienen un sonido parecido se escriben con LL o con Y

Se escriben con LL:

• Las palabras que terminan en -illo o -illa como por ejemplo anillo o alcantarilla
• Las formas verbales de los verbos cuyos infinitivos terminan en ellar, illar, ullar y ullir como por ejemplo sellar o zambullir
• Los sustantivos que terminan en alle, ella ello y ullo como por ejemplo calle o muelle

Se escribe con y

Las formas verbales de los verbos que NO tienen en su infinitivo ni y ni ll como por ejemplo cayeron del verbo caer

El plural de las palabras que terminan en y como por ejemplo leyes que viene de la palabra ley

Las palabras que tienen la silaba YEC y e c como por ejemplo proyectil.

Las palabras homófonas

Por ultimo las palabras homófonas si os acordáis del nombre de mi gato os dije que se daba la situación de tener que utilizar la misma palabra para referirme a dos cosas diferentes eso son las palabras homófonas

Son aquellas que suenan igual, pero significan cosas diferentes, es decir cuando las pronunciamos decimos el mismo sonido, aunque pueden escribirse igual o distinto, y tienen significados diferentes como por ejemplo echo y hecho, puedo decir echo sin h en la frase yo echo macarrones en la olla o puedo decir hecho escrito con h para decir ya he hecho los deberes.

El jefe de policía mentiroso

Había una vez una persona que se presentó al cargo de policía mintiendo en su currículo y diciendo que tenía muchos conocimientos sobre ortografía. Su trabajo era atender a las llamadas telefónicas para dirigir los coches patrulla.

Así que, en su primer día de trabajo, empezó a coger llamadas y recibió los siguientes mensajes:

—Ayuda, ¡llama! porque la llama está en llamas.

—¡Vayan, vayan! esos canallas saltaron mi valla para robarme mis bayas.

—No me dejan en paz dicen que soy bello por el vello de mis cabellos.

—¡Ayuda! tenían muchas agallas, entraron rompiendo la malla en casa de los mayas para entrar a por papayas.

—¡Calla, calla! me ralla la raya de esa muralla.

El policía al no haber estudiado no podía entender que había un incendio en la granja y la pobre llama estaba ardiendo, que unos maleantes saltaron la valla para robar unos frutos, que no dejaban de perseguir a un hombre por lo guapo que veía con su melena, que unos ladrones rompieron la tela de la verja de casa de los mayas o que a una persona le estaba volviendo loco ver una grieta en la muralla de su ciudad.

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