PROCESO COGNITIVO Y METACOGNITIVO EN LA MEMORIA DE TRABAJO

PROCESO COGNITIVO Y METACOGNITIVO EN LA MEMORIA DE TRABAJO

1. Debemos “machacar” los conocimientos, es decir, hacer que nuestra memoria de trabajo los analice, los compare contra lo que ya sabe sobre el asunto, los integre en un archivo enriquecido. Sólo leer o sólo escuchar algo no genera grandes posibilidades de aprenderlo. En cambio, reflexionar activamente, hacernos cuestionamientos sobre el tema y verbalizar internamente una especie de síntesis eleva la probabilidad de recordarlo a futuro.

2. Es muy importante darle un nombre al archivo de memoria y, además, asignar dos o tres palabras clave adicionales para que accedamos a la información de mejor forma. Guardar de manera ordenada la información, con un sistema personal, genera más posibilidades de encontrarla en nuestra memoria cuando la requiramos.

3. Para tener un menú de estrategias que nos resultan exitosas y que podemos usar en el futuro para aprender o para resolver problemas, después de una actividad de pensamiento que rindió frutos debemos preguntarnos ¿cómo le hice?, para después verbalizar internamente la estrategia ligada al problema o situación de aprendizaje.

4. Con el fin de administrar mejor los recursos de pensamiento, debemos hacer un plan metacognitivo que nos indique cómo debemos pensar, antes de dedicarnos de lleno a resolver el problema o a aprender el material. La pregunta es: ¿cómo le voy a hacer? Debemos automonitorearnos para saber si seguimos el plan durante la actividad de pensamiento. Así, en diferentes momentos debemos preguntarnos mentalmente: ¿estoy  siguiendo el plan? Finalmente, durante el proceso debemos preguntarnos si lo que hacemos es útil para el objetivo que perseguimos. La pregunta que nos hacemos es: ¿me estoy acercando a la meta?

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