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Palabras De Las Ofrendas


Enviado por   •  3 de Junio de 2013  •  792 Palabras (4 Páginas)  •  902 Visitas

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Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles

En aquellos días, el rey Herodes mandó apresar a algunos miembros de la Iglesia para maltratarlos. Mandó pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan, y viendo que eso agradaba a los judíos, también hizo apresar a Pedro. Esto sucedió durante los días de la fiesta de los panes Azimos. Después de apresarlo, lo hizo encarcelar y lo puso bajo la vigilancia de cuatro turnos de guardia, de cuatro soldados cada turno. Su intención era hacerlo comparecer ante el pueblo después de la Pascua. Mientras Pedro estaba en la cárcel, la comunidad no cesaba de orar a Dios por él.

La noche anterior al día en que Herodes iba a hacerlo comparecer ante el pueblo, Pedro estaba durmiendo entre dos soldados, atado con dos cadenas y los centinelas cuidaban la puerta de la prisión. De pronto apareció el ángel del Señor y el calabozo se llenó de luz. El ángel tocó a Pedro en el costado, lo despertó y le dijo: “Levántate pronto”.

Entonces las cadenas que le sujetaban las manos se le cayeron. El ángel le dijo: “Cíñete la túnica y ponte las sandalias”, y Pedro obedeció. Después le dijo: “Ponte el manto y sígueme”. Pedro salió detrás de él, sin saber si era verdad o no lo que el ángel hacía, y le parecía más bien que esta soñando. Pasaron el primero y el segundo puesto de guardia y llegaron a la puerta de hierro que daba a la calle. La puerta se abrió sola delante de ellos. Salieron y caminaron hasta la esquina de la calle y de pronto el ángel desapareció.

Entonces, Pedro se dio cuenta de lo que pasaba y dijo: “Ahora sí estoy seguro de que el Señor envió a su ángel, para librarme de las manos de Herodes y de todo cuanto el pueblo judío esperaba que me hicieran”.

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial

(Sal 33).

R El Señor me libró de todos mis temores.

Bendeciré al Señor a todas horas,

no cesará mi boca de alabarlo.

Yo me siento orgulloso del Señor,

que se alegre su pueblo al escucharlo /R

Proclamemos la grandeza del Señor

y alabemos todos juntos su poder.

Cuando acudí al Señor, me hizo caso

y me libró de todos mis temores /R

Confía en el Señor y saltarás de gusto,

jamás te sentirás decepcionado,

porque el Señor escucha el clamor de los pobres

y los libra de todas sus angustias /R

Junto a aquellos que temen al Señor el ángel

del Señor acampa y los protege.

...

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