Pastorela
Enviado por nanc • 20 de Noviembre de 2012 • 755 Palabras (4 Páginas) • 882 Visitas
Flora. ¿Cuándo llegará Joaquín? Ya comienza a oscurecer
Ana. No se te vaya a perder
Don GilYa no deben andar por allí hijita, no te preocupes, toma el ejemplo de Ana, mira que espera confiada a que vuelva Celestino.
Flora.No me hagas perder el tino, no compares a Joaquín que es mi amor y que es mi esposo con ese pastor ceboso que piensa solo en comer.
Ana.No critiques a mi hermano, come mucho pero es bueno.
Flora.No lo tomes tan a pecho que solo estaba bromeando.
Don Gil.Pobrecito de Bartolo por el nadie se preocupa.
Flora.Papá, el tiene la culpa, ¡mira quién le manda ser tan flojo!
Don Gil.Hay que ver la juventud. Miren como se respetan. ¿Qué no es libre Celestino de comer lo que quiera? ¿Y qué no es libre Bartolo de dormir toda la noche?
Flora.Hay papá tan regañon.
Ana.Tu papá tiene experiencia.
Flora.Vamos cambiando de tema; no quiero que haya sermón.
Don Gil.Qué triste llegar a noveno y tener que estudiar el libreto sin siquiera salir a recreo sabiendo que será el último intento que dejaremos un gran ejemplo agradeciendo a nuestros maestros.
Ana. Don Gil no sea tan pesimista, todo tiene su porqué. Algo grande habría de ver antes de que acabe su vida.
Flora.Ya parece que los oigo, por ahí deben venir. Ya alcanzo a ver a Joaquín pero no vienen los otros.
Joaquín.Quiubo Flora, que hay don Gil. Anita, ya no trabajes.
Flora.Qué tal, ¿tienes mucha hambre?
Don Gil.On ta mi vieja, Joaquín.
Joaquín.Se quedó jugando con Campos. (Entra Campos y novia)
Ana.Y dónde están los demás.
Doña Queta.Estuvo muy bien el juego pero de puro churro nos ganaron los de Bulgaria.
Ana.Ya dejen de hablar de fútbol, que me tienen hasta el gorro. ¡Ya díganme dónde están aquellos!
Joaquiín.Ya no deben de tardar, se quedaron en el campo.
Flora.¡A qué par de pachorrudos! Celestino por tragón y Bartolo por flojón andan siempre en otro mundo.
Ana.Pero son rebuenas gentes aunque es mejor Celestino.
Flora.Claro, como es tu hermanito.
Ana.Miren, parece que ahí vienen.
Celestino.¿Cuánto falta pa la cena? porque traigo una hambre bruta. Almorzaremos pura fruta y con eso nadie llena.
Joaquín.Lo hubiera visto, Don Gil, llenándose la bodega; Celestino, ya ni la haces, te cabe más que un barril.
Don Gil.¡Cómo se ve que estás joven! Cuando yo tenía tu edad tragaba sin batallar cuatro cazuelas de mole.
Celestino.No le siga, Don Gilito platicándome del mole porque con sus descripciones ya me estaba abriendo un huequito.
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