Pedagogia
Enviado por aldina33 • 3 de Julio de 2013 • 1.634 Palabras (7 Páginas) • 250 Visitas
¿PARA QUÉ SIRVE LA ORTOGRAFÍA?
S
i hay algo identificable con la escuela es
la enseñanza del "buen escribir". Y,
con mayor o menor cercanía, es posible
evocar distintas formas en las que este
aprendizaje se encarnó en nuestra vida
cotidiana escolar. Es así que, desde la experiencia personal, seguramente nuestros
recuerdos toman forma cuando reaparece
la inevitable y complicada invitación a
expresar nuestras ideas sobre un tema
común y tradicionalmente escolar: la famosa composición mítica sobre "la vaca", o la
más real sobre "mis vacaciones", propia de
la primera semana de clase. También, quizá
todos recordamos los interminables momentos escolares donde las reglas de ortografía se repetían incansablemente en
nuestros cuadernos y desaparecían automáticamente de nuestra memoria al escuchar a la maestra anunciarnos la inminente
presencia del temible dictado. Y, según
nuestra edad, es posible volver a sentir
desde el recuerdo el cansancio en la mano
cuando intentábamos lograr esa "H"
mayúscula y cursiva −una de las más difíciles−, o cuando copiábamos en sus diferentes formas −en imprenta, en cursiva, en
mayúscula y cursiva− esa extensa oración
que la maestra escribía en el pizarrón.
La fuerza de estas imágenes excede nuestros recuerdos personales y nos posiciona
frente a la tarea social que históricamente
asumió la escuela: enseñar a escribir
"correctamente". Y, más allá de las transformaciones históricas de las prácticas de la
lectura y la escritura y sus correlatos en la
enseñanza escolar, saber escribir sigue siendo una condición necesaria para la posibilidad de participación pública en distintos
ámbitos de la vida social. Las expresiones del
discurso social más comúnmente instaladas
nos hablan de esta relación: "es un burro
escribiendo", "no puede escribir sin faltas
de ortografía", "escribe bueno con 'v' corta", son frases frecuentes que muestran la
valoración que el buen escribir −y su ausencia− adquieren en la vida social.
Si bien el espectro de aquello que se considera "buen escribir" es amplio y ha variado en el tiempo, generalmente es y sigue
siendo fuertemente asociado a la cuestión
de la ortografía. Quizá por su evidencia,
ese es uno de los puntos centrales sobre
los que se monta la demanda social hacia
la escuela en la construcción de la complicada relación entre alfabetización e inclusión social.
Sin embargo, aun coincidiendo en la importancia de este tema por sus implicancias
sociales, nos parece necesario dejar en suspenso la urgencia de la demanda para anotar
algunos puntos que ubiquen estos discursos
en una reflexión más amplia y compleja. Para
eso, miraremos el recorrido de la historia
escolar en la enseñanza de la escritura.
¿QUÉ QUIERE DECIR
"ESCRIBIR BIEN"?
En el marco de la titánica tarea de alfabetización masiva que supuso la construcción
del sistema educativo argentino, la ortografía, la caligrafía y la composición conformaron la tríada de lo que se entiende por el
"buen escribir". Esta fue una de las vías a
través de las cuales la escuela tomó a su cargo la instrucción moral e intelectual de las
masas. Los recuerdos a los que apelábamos
anteriormente muestran cómo esa tríada se
encarnó en la práctica escolar y contorneó
nuestras evocaciones de la clase de lengua.
7LA LECTURA Y LA ESCRITURA EN LA ESCUELA
e la década del 20 −gracias al impulso del movimiento de la Escuela Nueva−
escritura del alumno alrededor de un cuaderno único.
"buen escribir" tradicional
o asociado al trazado correcto
−de allí la fuerte presencia de
les ejercicios de caligrafía y de
copia−, aunque luego, con la
propuestas pedagógicas más
la expresión libre, la imagina
tividad para la escritura, la cencaligrafía fue perdiendo lugar
01).
ñanza de la ortografía siempre
a atención particular que mar
a de fuerte impronta en las
olares de todo el siglo XX. Esta
entra origen en las propuestas
inductivo tradicional, es decir,
de las reglas hacia los casos, un
ado por reiterados ejercicios de
ue culminaban en el dictado.
s propuestas, como en las refe
mposición, el trabajo sobre el
adquiría una importancia cen
o el siglo XX, paulatinamente
se paso −al menos desde el dis
ógico− un enfoque deductivo
a de la ortografía, proponiendo
de los casos a la regla. Tal como
güista Maite Alvarado (2001),
ad buscó priorizar un aprendi
o por sobre el memorístico y
pio de la modalidad anterior.
Estas propuestas vinieron de la mano de
un cambio pedagógico más amplio que, en
la enseñanza de la lengua y en particular en
el caso de la escritura, reivindicó la creatividad y la imaginación en los procesos de
aprendizaje de los alumnos. Sin embargo,
la traducción didáctica y escolar de estas
nuevas tendencias, particularmente inspiradas en ciertas lecturas del constructivismo,
trajo algunos malos entendidos. Así, en las
prácticas escolares tendió a instalarse la
idea de que la ortografía podía cercenar la
creatividad y, por lo tanto, se la desplazó del
centro de la enseñanza, aunque no de las
correcciones en los textos de los alumnos.
En los años ochenta, y asociadas a generalizados movimientos de reforma curricular,
las tendencias en la didáctica de la lengua
tomaron nuevos rumbos. Y avanzaron a
pasos agigantados, alimentadas por los
aportes renovados de la lingüística y de la
psicología cognitiva, en la década del 90. Es
así que, cuestionando la artificialidad de las
prácticas escolares de lectura y de escritura,
surgen nuevos aportes orientados por la idea
de que estos saberes constituyen aprendizajes valiosos para la vida en sociedad. En este
marco, aparecen con fuerza las propuestas
...