Piedra de Rosetta y su relación con las etimologías

Ensayo breve de la Piedra de Rosetta

La piedra de Rosetta es una roca que fue encontrada en Rashid, Egipto, durante una época en donde los franceses se encontraban en constante disputa con los ingleses. Mientras los franceses excavaban y construían fuertes de defensa y escondites, un soldado de Napoleón encontró una enorme piedra con inscripciones y escritos desconocidos para ellos, a excepción de la última parte de dicha piedra, que se encontraba escrita en griego.  La piedra en lugar de formar parte del fuerte, fue llevada con los eruditos que acompañaban a Napoleón y ellos dedujeron que era una especie de decreto real escrito en tres lenguas diferentes: en jeroglíficos egipcios, demótico y griego (ya hablado en Egipto desde la época helenística).

El idioma egipcio se consideró un lenguaje perdido o muerto durante muchos años, debido a que desde que los romanos conquistaron Egipto en el 30 a.C. aproximadamente, se fue disminuyendo el número de conocedores de este.

Al concluir las batallas entre Francia e Inglaterra, Reino Unido fue declarado vencedor y como parte de un acuerdo entre las dos naciones, la Piedra de Rosetta fue llevada al Museo Británico para que ahí se exhibiera, siendo esta, la obra más visitada de dicho museo hasta la fecha.

Posteriormente, cuando la Piedra de Rosetta ya había sido trasladada al Museo Británico un lingüista francés de nombre Jean-François Champollin, apoyado del también lingüista Thomas Young, este de origen inglés, fueron quienes después de constantes estudios y comparaciones del idioma descifraron los jeroglíficos egipcios, gracias a la Piedra de Rosetta, los cuales se consideraban perdidos desde hacía más de 1500 años.

La Piedra de Rosetta y las etimologías presentan una estrecha relación, ya que gracias al descubrimiento de esta se pudo dar un paso más adelante en el saber, en el entender, en el explicar y en el conocer de los jeroglíficos egipcios.

 Los jeroglíficos eran considerados ajenos al propio conocimiento de los más expertos egiptólogos o que se ponía en duda correcto significado de cada jeroglífico. Por lo tanto, tras el descubrimiento de la Piedra de Rosetta se permitió captar el sentido de los jeroglíficos, se pudieron resolver numerosas confusiones que eran derivadas de la ignorancia y del escaso contenido que se poseía de esta lengua, a su vez, se logró el precisar los conceptos y otorgó la capacidad de entender las palabras y escritos egipcios.

De esta manera podemos llegar a la conclusión de que si no se hubiese encontrado la Piedra de Rosetta durante las batallas entre ingleses y franceses en Egipto, sería muy probable que aun continuáramos desconociendo el significado o la traducción de dicho idioma.

Entonces, podemos atrevernos a decir que la Piedra de Rosetta fue la clave o el elemento que hacía falta para descifrar cada concepto de la escritura egipcia.

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